El último sucedió el lunes, cuando un helicóptero contratado por la Junta tuvo problemas al aterrizar y comenzó a arder. El SEPLA calificó como «grave» el suceso, que se saldó con algunos daños materiales y sin víctimas personales. «La contratación de estos helicópteros no está justificada en un país como España en el que el índice de siniestralidad  y el número de incidencias es particularmente elevado», criticó.