El abrazo, una muestra de cariño, es el protagonista de la exposición fotográfica que estará abierta en el Centro cultural Caja Rioja-Gran Vía del 2 al 19 de mayo. Se trata de una colección de fotografías con la que 'El Teléfono de la Esperanza' celebra 40 años.

Esta exposición de 38 ejemplos de muestras afectivas entre diversos colectivos surge en 2010 junto a su realizador, César Ceniceros, con la idea de promocionar este gesto afectivo. Entra dentro de un área concreta del 'Teléfono de la Esperanza', la promoción de salud emocional, y desde esta perspectiva Magdalena Pérez, presidenta de esta Organización sin ánimo de lucro, ha explicado que "el abrazo es una forma de encuentro con la otra persona, una manera de demostrar acercamiento personal que reporta un estado de bienestar personal, tanto al que lo recibe como al que lo da".

Siguiendo la idea de esta promoción afectiva y con motivo de la inauguración de esta muestra fotográfica, a partir de las 18,30 de esta misma tarde, voluntarios del 'Teléfono de la Esperanza' regalarán abrazos a todas las personas que acudan a la exposición.

Los actores son personas de la calle, con relación o no con el Teléfono de la Esperanza, a los que César Ceniceros recurrió para realizar fotografías de estudio que posteriormente trató para dotar las imágenes del realismo que se aprecia en la exposición. El fotógrafo confiesa que "ha sido un placer para él gozar de la espontaneidad de estas personas a las que sólo ha tenido que calmar los nervios producidos por la presión de la cámara".

Fundación Caja Rioja mantiene una vinculación directa con el teléfono de la Esperanza desde su aparición en La Rioja en 2004, y en 2011 se firmó un acuerdo en el que se cedían 6000 euros a esta ONG para que habilitasen su sede en la calle Duquesa de la Victoria y continuasen así su labor social. 2000 LLAMADAS

La intervención en crisis, uno de los pilares fundamentales del Teléfono de la Esperanza, recibe al año alrededor de 2000 llamadas sólo en la Comunidad riojana. "Estas llamadas son hechas por cualquier persona que se encuentre en una situación dolorosa como puede ser maltrato, soledad, enfermedad, abusos... y son contestadas por voluntarios formados para dotar de ayuda a dichas personas, y capacitados para decidir si es suficiente con su atención o necesitan recurrir a profesionales, también voluntarios", ha señalado Magdalena Pérez. En algunos casos la función de los voluntarios reside en orientar a las personas que llaman e informar de los recursos públicos de los que disponen para recibir ayuda a sus problemas.

Por otro lado, en el área de la promoción de la salud emocional (en la que se encuadra la exposición) se ofrecen cursos, talleres o seminarios destinados a facilitar espacios de crecimiento personal. Aquí la presidenta de la asociación ha destacado el aumento de demanda de espacios destinados a adolescentes, padres y educadores por parte de colegios o institutos.