Ayer, cuando llegó a Cartagena, la cantante confesó que sigue soltera y que no puede decir qué pasará en Cuba después de Castro porque no es bruja. Desde que empezó en Tropicana, hacia 1940, defendió la fusión del jazz americano con los boleros, y en 1998 disfrutó de la gloria en forma de Grammy con Buena Vista Social Club, de Wim Wenders, cantando 20 años. Hoy actúa con la Sinfónica de la Región de Murcia, en Cartagena.