En todo el sur del país, más de un millón de personas tuvieron que ser evacuadas por las lluvias torrenciales causadas por el tifón, uno de los más mortíferos para China en los últimos años.

En la provincia costera de Fujian, primera por la que entró el tifón a mediodía del pasado viernes 14, 43 personas fallecieron por corrimientos de tierra en la ciudad de Zhangzhou y otras zonas de la región, mientras otras cuatro resultaron heridas y 24 están desaparecidas.

Tres millones de personas se han visto afectadas y 519.000 tuvieron que ser evacuadas en esa provincia, la más afectada pero que durante dos días no facilitó ninguna información sobre los daños materiales y personales.

Las estimaciones preliminares calculan que en Fujian han quedado destruidas 19.100 casas y 144.680 hectáreas de campos de cultivo por las lluvias torrenciales, que además obligaron al cierre temporal de casi 2.000 empresas industriales y mineras.

Provincias devastadas

En la provincia interior de Hunan, otra de las más afectadas por las lluvias torrenciales, el número asciende a 92, en su mayoría por deslizamientos de tierras en zonas de montaña.

En esa provincia han sido evacuadas 262.000 personas, pero 112.000 continúan aisladas en áreas completamente anegadas, según informaciones de los equipos de rescate.

En Hunan, al menos 4,7 millones de personas se han visto afectadas por el tifón, especialmente en la localidad de Leiyang, y principalmente por la destrucción de viviendas (más de 31.400), cosechas (36.340 hectáreas) u otras pérdidas económicas.

Más al sur, en la provincia costera de Cantón, se informó de la muerte de al menos 33 personas, 1,32 millones de afectados y 4.744 casas destruidas.

En la costa suroriental de esa provincia fueron evacuadas 6.500 personas (entre ellas 1.663 reos de una prisión, en la ciudad de Lechang), aunque más de 12.000 continúan aisladas.

Las lluvias, como en otras ocasiones, causaron destrozos en la línea de ferrocarril Pekín-Cantón (que cruza el país de norte a sur), una de las principales arterias de transporte nacionales, inundando un tren en el que viajaban mil pasajeros, aunque sin causar daños personales.

El "Bilis" había provocado en días previos 14 muertos en Filipinas y al menos nueve desaparecidos en Taiwán, antes de llegar a las costas chinas a mediodía del viernes.