La Justicia italiana, finalmente, ha decidido descender a la Serie B (la Segunda división italiana) a Juventus, Lazio y Florentina.

El equipo blanquinegro empezará con 30 puntos menos y ha sido desposeído de los dos últimos títulos de Liga, los conseguidos en las temporadas 2004-05 y 2005-06. No obstante, podría haber sido peor, pues todo apuntaba a que terminara en la Serie C.

La Fiorentina y el Lazio, por su parte, comenzarán la próxima temporada con 12 y 7 puntos menos en sus casilleros, respectivamente.

El Milan es el que ha salido mejor parado, pues mantiene su puesto en la serie A (la Primera división italiana), pero con 15 puntos menos y sin participar en la Champions.

Con esta sanción, Cannavaro, Emerson y Zambrotta, anhelados por el Madrid, podrían recalar mucho más fácilmente en el club de Chamartín.

Luca Toni, delantero de la Fiorentina, también en la órbita de la entidad madridista, se pone a tiro.

Además, gracias a los descensos, la sentencia repesca a la Primera División al Lecce, Messina y Treviso, quienes habían ocupado las tres plazas de descenso al final del campeonato 2005-06.

Los dirigentes, sancionados

La decisión tomada ha sido especialmente dura con los dirigentes, máximos culpables del escándalo de corrupción del fútbol italiano.

Luciano Moggi, ex-director general del Juventus Turín, y Antonio Giraduo, ex-administrador delegado del mismo club, han sido sancionados con cinco años de inhabilitación en cargos deportivos.

Diego y Andrea Della Valle, propietario y presidente del Fiorentina, respectivamente, han sido sancionados con cuatro años de inhabilitación para cargos deportivos y un multa de 30.000 euros, el primero, y tres años y seis meses de inhabilitación, el segundo.

Por su parte, el propietario y presidente del Lazio, Claudio Lotito, ha sido inhabilitado durante tres años y seis meses para cualquier cargo deportivo.

Además de a los clubes, la sentencia también ha sancionado a distintos organismos y dirigentes del fútbol italiano.

Así, Franco Carraro, ex-presidente de la Federación Italiana de Fútbol, e Innoccenzo Mazzini, ex-vicepresidente de la FIGC, han sido sancionados durante cuatro años y seis meses de inhabilitación.

Adriano Galliani, presidente de la Liga Profesional y administrador delegado del Milán, tampoco se ha librado y estará suspendido del cargo durante un año.

En cuanto al estamento arbitral, también se han producido sanciones.

Leonardo Meani, delegado arbitral del Milán, ha sido inhabilitado durante tres años y seis meses, mientras que Pierluigi Pairetto, ex-designador arbitral, y Tulio Lanese, ex-presidente de la Asociación de Árbitros, estarán inhabilitados durante dos años y seis meses.

Por su parte, los árbitros Massimo De Santis y Gianluca Paparesta han sido suspendidos durante cuatro años y seis meses y tres meses, respectivamente.