Los trabajadores del Instituto Cántabro de Servicios Sociales del Gobierno de Cantabria han advertido de las consecuencias de los recortes de personal en la calidad de las prestaciones que se ofrecen.

Por eso, y en lugar de esas medidas, han reclamado, en una concentración celebrada este jueves ante la sede del Ejecutivo regional en Peñaherbosa, una "apuesta firme y decidida" por los servicios sociales, que tiene que plasmarse en una adecuada dotación de medios humanos y materiales.

Estos recursos, defienden, son necesarios para ofrecer "un buen servicio" que además, en el caso de los servicios sociales, se dirigen a los colectivos "más desfavorecidos".

Cada jueves, desde hace unas semanas, se concentran en Peñaherbosa trabajadores de un sector público. Este, le tocaba a los de los servicios sociales, que han coincidido, además, con los empleados de la empresa pública MARE, en la que se está negociando un ERE.

"Se puede entender que se planteen recortes y ajustes, pero no a costa del personal que atiende estos servicios esenciales", afirman en un manifiesto en el que acusan al Ejecutivo de "tratar de engañar" a los cántabros al hablar de un Plan de Garantía de los Servicios Sociales Básicos, "cuando lo que pretenden es lo contrario de lo que pregonan".

Los recortes en personal de servicios sociales "no son admisibles", pues, argumentan, "si hay menos trabajadores para el mismo número de usuarios no se podrá prestar la atención al mismo nivel", y, de forma paralela, "si lo que se reduce es el número de usuarios", entonces, "menos personas con necesidades podrán contar con la debida asistencia".

Ahora mismo, denuncian, se está produciendo "precariedad, falta de medios humanos e ineficacia" en la gestión del ICASS, en el que trabajan unas 1.400 personas, entre funcionarios y personal laboral.

En este sentido, Javier González, coordinador del sector autonómico de Comisiones Obreras, ha puesto como ejemplo que no se están cubriendo las plazas del personal que se jubila o que en la residencia La Pereda de Santander "se están vaciando habitaciones".

Una situación que "está creando alarma" entre profesionales y usuarios y el "deterioro" de la calidad asistencial, ha añadido.