Reclaman unidades contra la anorexia en hospitales públicos

Los enfermos de anorexia y bulimia que hay en Madrid están «abandonados a su suerte».
Así lo denunciaron ayer el portavoz socialista en la Asamblea, Rafael Simancas, y la asociación contra la anorexia y la bulimia Adaner.

Actualmente no hay en los hospitales públicos de la Comunidad ninguna unidad específica para atender a los adultos afectados por estos trastornos. El único centro que sí cuenta con ella es el Niño Jesús, que sólo atiende a menores de 18 años.

La puesta en marcha de al menos una unidad hospitalaria contra la anorexia y la bulimia por cada área sanitaria es, precisamente, una de las reclamaciones que el PSOE hará en la Asamblea.

También pedirá otras medidas para luchar contra este problema, como la creación de un registro de afectados.

Simancas recordó que la Asamblea aprobó por unanimidad en 2000 una batería de actuaciones para combatir estas enfermedades, y «ninguna de ellas se ha cumplido».

M.a Carmen González Adaner

«Cada vez hay más casos en niños y hombres»

¿Cuántos afectados hay en la comunidad?

No hay cifras. El estudio más reciente, de 1997, hablaba de 11.000 afectados, y hay expertos que creen que la incidencia se ha quintuplicado.

¿Por qué ese aumento?

Venden la delgadez como sinónimo de belleza, felicidad y éxito. Según las encuestas, lo que más temen los niños en este mundo es ser gordos.

¿Hay más enfermos mujeres?

Sí, pero cada vez se da más entre los varones. Entre los pacientes de 6 a 12 años están al 50%. Los hombres viven su enfermedad con más vergüenza, y la ocultan.

¿Falta concienciación?

Absolutamente, empezando por la Administración. Atender a un enfermo por lo privado cuesta entre 1.200 y 9.000 euros al mes, y eso no hay bolsillo que lo resista. Hay personas que han hipotecado su piso y vendido su coche.

¿Qué papel juegan las asociaciones de afectados?

Hacemos talleres de autoayuda, tenemos psicólogos... Pero, por falta de financiación, nos estamos convirtiendo en muro de lamentaciones. La Comunidad nos da menos de 3.000 euros al año, y estamos a punto de perder nuestra sede.

BIO

Es coordinadora de la asociación desde 1992. Tiene una hija de 30 años con anorexia.

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