El alcalde de Granada, José Torres Hurtado (PP), ha negado que haya "represalias" contra los funcionarios de la Gerencia de Urbanismo presuntamente implicados en el caso de la supuesta venta irregular de los terrenos donde iba a construirse el Palacio de Hielo como ha dicho este lunes el grupo municipal socialista, al que ha acusado de ejercer una oposición "chunga o cutre".

A preguntas de los periodistas sobre este asunto, el regidor ha recordado que el Consistorio está inmerso en una profunda remodelación que busca garantizar la "rentabilidad del trabajo de los funcionarios" y ahorrar en el gasto de la entidad local, una decisión que, según ha dicho, se tomó antes de que el Gobierno central instara a todas las administraciones a hacer lo mismo.

El alcalde ha defendido que esta reorganización afecta también a la Gerencia de Urbanismo tras acabarse el 'bum urbanístico' que propició su creación en 2003, por lo que hay "una serie de personas que están mal utilizadas porque no hay demanda urbanística" y se "remodela todo para que puedan ir a los sitios del Ayuntamiento donde se esté demandado trabajo, lo demás —ha añadido— es ser una oposición un poco chunga o cutre diría yo".

A preguntas de los periodistas, el alcalde de Granada ha confirmado que se está estudiando con los sindicatos aumentar a 37,5 horas semanales la jornada de los funcionarios municipales como una medida de ahorro, aparte del plan de ajuste y de la remodelación de los organismos autónomos.

No obstante, ha matizado que no está decidida su aplicación pues el coste de tener activos determinados edificios municipales por la tarde puede que no compensen este incremento de la jornada.

Venta de terrenos

Respecto a las críticas del PSOE por la venta por parte del Ayuntamiento de los terrenos donde iba a construirse el Palacio de Hielo, un asunto en el que los socialistas ven un "pelotazo urbanístico", Torres Hurtado ha dicho que "lo único que está bajo sospecha" en estos momentos es "la honradez de Paco Cuenca —portavoz del grupo municipal— y de su compañera".

El regidor ha defendido que con esa venta se favoreció la generación de puestos de trabajos —pues el promotor plantea un centro comercial en la zona—, se dio liquidez a dos empresas granadinas, una caja y una constructora dueñas de otra parte del terreno que no hubieran podido venderlo si no lo hace el Consistorio, y se obtuvo unos ocho millones de euros para las arcas municipales que sirvieron para "invertir a la ciudad". Por todo ello, ha censurado la actitud "obstruccionista" de los socialistas respecto a este asunto.