"Mi querido amigo, 'su poeta' (Federico García Lorca) vino y me hizo una excelentísima impresión". Este fragmento de una carta de Juan Ramón Jiménez a Fernando de lo Ríos es solo uno de los muchos y valiosos testimonios inéditos que reúne el segundo volumen de la correspondencia del premio Nobel andaluz.
Un mosaico y un rico e infinito material de la vida literaria y cultural española de la primera mitad del siglo XX, de la generación del 98, de la del 27, la de la Edad de Plata, atrapado en 520 cartas, de ellas 236 inéditas, escritas entre 1916 y 1936.
Todo ello reunido en un libro, Epistolario II. 1916-1936, con la edición de Alfonso Alegre Heitzmann y publicado por la madrileña Residencia de Estudiantes, donde ha sido presentado.
Correspondencia del poeta de Moguer con Federico García Lorca, Unamuno, Ortega y Gasset, Machado, Sorrolla, Cernuda, Guillén, Salinas, Valle Inclán, Bergamín, Azorín, Alberto Jiménez Fraud, o Paul Valéry, entre otros muchos, componen este volumen.
Un nutrido periodo de la vida de Juan Ramón, que comprende desde su boda con Zenobia Camprubí en 1916 y su viaje a Estados Unidos hasta el estallido de la guerra civil en 1936.
Correspondencia hecha poesía y memoria
El primer volumen de la correspondencia del poeta se publicó en 2006, con todo el material inédito desde 1898 hasta 1916, una edición que demostraba lo importante que eran las cartas para el escritor, que las consideraba otra forma de hacer poesía y memoria.
Y si en ese primer volumen se mostraba a un joven poeta que llegaba a la Residencia de Estudiantes de Madrid, en este segundo volumen el lector encuentra a un Juan Ramón pletórico con sus obras de mayor madurez, según Jesús Alegre, quien lleva trabajando años en este proyecto junto a la familia del poeta.
"En este periodo están sus obras más importantes que comienza con su viaje para casarse y Diario de un poeta recién casado y sigue con Eternidades o Piedra y cielo, añade Alegre.
Amistades polémicas
"Se trata de un periodo muy rico del poeta; por eso, este volumen es excepcional, y si el primer terminaba con las cartas a Rubén Darío, el creador del modernismo, aquí incluye todavía a autores del 98, como Azorín y Valle Inclán, sigue con los grandes del 1914, del novecentismo, como Ortega y Gasset, Falla, Gregorio Marañón, Eugenio D'Ors, entre otros muchos y sigue con todos los grandes del 27".
Y este apartado o periodo es parte fundamental del libro con casi cien cartas que desvelan la ascendencia y la faceta de maestro de toda la generación del 27, una referencia para los grandes talentos que serían después la llamada edad de plata de la literatura española.
Una relación que como la del padre y el hijo o la del maestro y alumno llevaría a un natural distanciamiento o hasta la simbólica muerte del padre, en 1927, tras el homenaje a Góngora. Unas amistades polémicas que quedan reflejada en este epistolario.
"Él los acogía con enorme simpatía, con Lorca tuvo un verdadero entusiasmo y le emocionaba mucho, incluso llegaron a preparar juntos la llegada de Tagore a España, aunque la visita finalmente no se llevase a cabo", subraya Heitzmann.
Uno de los primeros poetas que empezaron a distanciarse del maestro fue Guillermo de la Torre, el impulsor del creacionismo, pero también hubo palabras duras y despectivas con Gerardo Diego, Salinas o Bergamín. Dalí y Buñuel también protagonizaron una agria polémica con el autor.
A la espera de un tercer volumen
Este proyecto sobre las cartas del poeta y premio Nobel, considerado una de las voces más importantes de todos los tiempos, se cerrará con el tercer volumen de las misivas, que corresponden a los años del exilio del matrimonio y que ya está en proceso también realizado por Alfonso Alegre.
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