El sector del turismo y de las agencias de viajes alertó este martes de que Barcelona podría perder visitantes y dejaría de ingresar millones de euros al año si prospera el plan que aleja a los autocares de los alrededores de la Basílica de la Sagrada Familia. Los afectados denunciaron este martes que ya hay agencias que están anulando viajes a la capital catalana y que pronto se perderán centenares de puestos de trabajo.

En junio, el Ayuntamiento prevé aplicar el plan de autocares, que blinda las calles del entorno de la basílica de Gaudí y permite encochar y desencochar a los turistas en la Av. Diagonal con la Pl. Pablo Neruda, en la calle Consell de Cent con Lepant y en los alrededores de la Pl. Monumental.

Según una plataforma formada por agencias de viajes, tour operadores, guías, autocares y cruceristas, las visitas al templo se prolongarán 50 minutos más, con lo que habrá visitantes que decidan no recalar en Barcelona. El impacto económico de esta medida se traduce, según sus estimaciones, en 7,6 millones de euros de pérdidas en el sector de los cruceros (con la pérdida de 5 millones para Barcelona) y 218.000 euros por agencia de viajes, con unos 4.600 turistas menos por operador, lo que supone una pérdida de 164.200 euros para la ciudad.

La plataforma calcula también que se reducirán los puestos de trabajo para guías turísticos oficiales y cifró en 4.800 los empleos perdidos por un descenso de la facturación de un 40% en el sector de operadores del transporte.

Pero la asociación de vecinos de la Sagrada Família alerta de que buena parte de los más de 200 autocares turísticos que acuden a diario a la basílica "no reportan beneficio alguno a los comerciantes del barrio y ni siquiera al templo", ya que lo visitan en 30 minutos por fuera. El presidente de la entidad, Jaume Torrens, elogió el ensanche de aceras y pasos de peatones, pese a que "no resuelven el problema".