La conexión entre Cascajos y Lobete, a través de las calles Lope Toledo y Juan Boscán, ha quedado hoy abierta. Se trata de la primera calle que queda abierta al tráfico desde que comenzaron las obras de soterramiento, que aún ha de completarse con la puesta en marcha de un parque (a finales de este verano).

El presidente del Gobierno riojano, Pedro Sanz, y la alcaldesa de Logroño, Cuca Gamarra, han sido los encargados de la inauguración oficial de una vía que, para la alcaldesa, cumple un "sueño" de los logroñeses: la unión de Cascajos con Lobete y, por tanto, el centro de Logroño.

Ha calculado que 30.000 logroñeses (9.000 vecinos de Cascajos y 20.000 de Lobete) van a estar "cerca, conectados y unidos" como "manera de hacer una ciudad cohesionada y unida".

Para Gamarra, se trata de un momento "histórico" desde que, en 1958, se inauguraba "la vieja estación del ferrocarril y comenzaban a circular los trenes", haciendo que dos zonas de la ciudad estuvieran separadas por "una brecha".

La alcaldesa ha augurado como "a lo largo del año Logroño se va a transformar y Cascajos va a pasar a ser un barrio céntrico de la ciudad". "Ahora toca seguir trabajando", ha dicho, "y en los próximos meses veremos la rotonda de Eliseo Pinedo, la nueva conexión de Pedregales, y la finalización de Miguel Delibes".

"Logroño, en un momento de dificultades, está en marcha", ha culminado. Ha su lado, Sanz ha destacado la "sintonía" entre las tres administraciones que promueven la obra del soterramiento: el Gobierno de España, el Ejecutivo regional y el Ayuntamiento de Logroño.

Esto, ha dicho, va a permitir "impulsar con mayor efectividad y eficacia" este proyecto de especial relevancia para la capital riojana por la transformación urbana que está propiciando. "Los resultados se van a acelerar y no va a haber ninguna distorsión", ha dicho.

En su visita, el presidente ha estado acompañado también por el consejero de Obras Públicas, Política Local y Territorial, Antonino Burgos; y el arquitecto de este proyecto, Iñaki Ábalos, junto a otras autoridades municipales.

"Hoy es un día muy significativo para Logroño. La ciudad se ha liberado de una atadura que provocaba la división, hemos eliminado una barrera histórica y hemos propiciado el acercamiento entre los vecinos de los barrios de Lobete y Cascajos", ha señalado, antes de reiterar los significativos cambios que se está produciendo esta actuación desde que en el año 2002 se constituyera la sociedad Logroño Integración del Ferrocarril.

Futuro carril bici

El tramo de la calle que ya ha comenzado a ser transitado tiene una longitud de 115 metros; cuenta con una calzada de tres carriles y aceras de 5,10 metros de anchura. En él se han habilitado dos pasos de peatones y se ha dejado previsto el cruce del futuro carril bici, que discurrirá por el parque que se acondicione en la superficie de la estación del ferrocarril y su entorno.

La urbanización de la prolongación de Juan Boscán se ha completado con iluminación, señalización vertical y horizontal y servicios urbanos. Los movimientos de tráfico se han previsto de manera provisional, hasta que el resto de la integración urbana se vaya completando, utilizando en la zona de Lobete la rotonda situada en la conexión con Los Lirios y la recientemente inaugurada a la altura de Colón.