La Fiscalía pide un año y nueve meses para hombre por saltarse un control de alcoholemia a gran velocidad

Un conductor se sentará este miércoles en el banquillo de los acusados del Juzgado de lo Penal número cuatro de Oviedo por conducir de forma temeraria después de saltarse un control de alcoholemia instalado por la Guardia Civil en Siero. La vista oral está señalada a las 11.45 horas.

Un conductor se sentará este miércoles en el banquillo de los acusados del Juzgado de lo Penal número cuatro de Oviedo por conducir de forma temeraria después de saltarse un control de alcoholemia instalado por la Guardia Civil en Siero. La vista oral está señalada a las 11.45 horas.

El Ministerio Público solicita que se condene al acusado a un año y nueve meses de prisión y privación del derecho a conducir vehículos a motor y ciclomotores por un total de cinco años, lo que comportaría la pérdida de vigencia del permiso o licencia que le habilite para la conducción, además del pago de las costas procesales.

La Fiscalía del Principado de Asturias sostiene que sobre las cuatro y cuarto de la tarde del 2 de marzo de 2009, el acusado, A. F. P., circulaba en un vehículo por la carretera N-634, cuando la Guardia Civil le dio el alto para que participara a un control preventivo de alcoholemia, en Siero.

El acusado hizo caso omiso a las señales de los agentes y, lejos de parar, aumentó la velocidad y huyó. La Guardia Civil comenzó entonces a perseguirle en el coche patrulla, con las señales luminosas y acústicas activadas.

El acusado no se detuvo. La Fiscalía mantiene que en un tramo con limitación a 60 kilómetros por hora, A. F. P. alcanzó los 80 y los 90 kilómetros por hora, a pesar de que por ese punto transitaban peatones por los arcenes y de que existen viviendas en los márgenes de la calzada, que da acceso a polígonos industriales y a gran número de restaurantes.

En el tramo de la carretera local Granda-Bobes, después de efectuar un giro brusco a la izquierda a gran velocidad para acceder a esta vía desde la N-634, el acusado alcanzó una velocidad punta de entre 170 y 180 kilómetros por hora, cuando la velocidad máxima permitida en ese punto era de 40 kilómetros por hora y pese a que se trata de un tramo estrecho y con el firme en deficiente estado de conservación.

Asimismo, efectuó un adelantamiento a un coche, que tuvo que frenar bruscamente; por último, en un tramo de la carretera AS-17 limitado a 50 kilómetros por hora, continuó circulando a gran velocidad y sin hacer caso omiso a las señales de alto de la Guardia Civil que, finalmente le perdió de vista por la velocidad que llevaba.

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