Denuncian poca información y fácil acceso a los productos adelgazantes y para la caída del cabello en farmacias

Un estudio realizado en farmacias de todo el territorio nacional muestra que, mientras existe una gran facilidad en el acceso a distintos tratamientos relacionados con la caída del cabello y la pérdida de peso en las farmacias y parafarmacias, el personal de estos establecimientos no realiza un estudio global de la situación del cliente a la hora de la compra.
Farmacia de Castilla La Mancha
Farmacia de Castilla La Mancha
EUROPA PRESS/COLEGIO FARMACEUTICOS DE CLM
Farmacia de Castilla La Mancha

Un estudio realizado en farmacias de todo el territorio nacional muestra que, mientras existe una gran facilidad en el acceso a distintos tratamientos relacionados con la caída del cabello y la pérdida de peso en las farmacias y parafarmacias, el personal de estos establecimientos no realiza un estudio global de la situación del cliente a la hora de la compra.

El estudio, elaborado por Eroski Consumer en 125 farmacias y parafarmacias de 18 ciudades —ocho de ellas de Valencia— denuncia que no se tiene en cuenta que es posible que el tratamiento no se adecue al problema del paciente.

En Valencia, se realizaron un total de ocho visitas a cuatro farmacias y otras cuatro parafarmacias. En cada establecimiento, se hicieron dos pruebas: por un lado, una mujer pedía un tratamiento para bajar unos kilos con rapidez y por otro, un hombre hacía lo propio para frenar la caída del cabello que notaba desde hacía meses.

Cuando se quiere adelgazar, han explicado, lo más acertado es acudir a un médico especialista para que realice un diagnóstico exacto del caso y determine una solución. Pero, durante las visitas a los establecimientos valencianos, en ninguna ocasión se preguntó a la mujer que quería bajar unos kilos de forma rápida si antes de acudir a la farmacia o parafarmacia habían visitado a un médico, aunque en dos aconsejaron visitar la consulta de un médico o dietista.

Aun así, entre las pautas saludables que aconsejaron, en seis ocasiones se recomendó la práctica de ejercicio físico de forma regular, mientras que en los ocho casos se comentó al supuesto cliente que era esencial que llevase una alimentación equilibrada.

Por otro lado, se comprobó la "escasa" información que las farmacias y parafarmacias recopilan del usuario sobre sus hábitos dietéticos y de vida, antes de ofrecer un producto. En ninguna de las farmacias y parafarmacias visitadas en la capital valenciana se interesaron por el Índice de Masa Corporal —como referencia objetiva más utilizada para determinar dónde se sitúa el umbral del sobrepeso y la obesidad), ni tampoco medían ni pesaban al supuesto cliente.

Sin embargo, en cinco visitas se le preguntó a la supuesta clienta si ingería de forma habitual alimentos ricos en grasa y por los tipos de alimentos que comía. Sin embargo, solo en uno de cada tres establecimientos se interesaron por la frecuencia de ingesta de cada grupo de alimentos y en uno, por la cantidad de agua que bebía.

En Valencia, ninguna farmacia o parafarmacia se negó a procurar alguno. En siete de los ocho casos se recomendaron productos basados en cápsulas o pastillas, mientras que en el otro establecimiento ofrecieron unas ampollas.

Según Eroski Consumer, la información más importante que deben proporcionar los dependientes de las farmacias y parafarmacias a los clientes sobre los tratamientos que les venden tiene que ver con las contraindicaciones o posibles efectos secundarios.

Así, en dos ocasiones aseguraron que no tenía efectos secundarios, mientras en los otros seis no explicaron nada acerca de las contraindicaciones cuando se les preguntó.

Caída del cabello

Respecto a la caída del cabello, los impulsores del estudio han destacado que además, antes de ofrecer un tratamiento, es fundamental tratar de determinar al menos la causa que produce la caída del cabello. En este sentido, la información que recopilan del supuesto cliente es "relativamente satisfactoria, pero no del todo".

En la mitad de los establecimientos, se preguntó desde hace cuánto tiempo notaba una mayor caída del pelo o cuánta cantidad de cabello habían perdido. Resulta negativo el hecho de que no preguntaran en ni un solo centro si el supuesto cliente tomaba alguna medicación o si había antecedentes familiares de alopecia. Sin embargo, es positivo que en cinco casos, los dependientes se interesaron por si el supuesto cliente estaba atravesando una época de estrés o nerviosismo que pudiera explicar la caída del pelo.

En Valencia, ninguna farmacia o parafarmacia se negó a procurar alguno. En la tres de los establecimientos se ofrecieron pastillas, en dos ampollas —en un caso complementado con pastillas— y en otros dos champús y en uno más un 'spray'.

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