Una gran operación anti terrorismo islamista se puso en marcha la mañana del miércoles en varias ciudades de Francia. Diez sospechosos han sido arrestados, según informa Le Figaro.
Los detenidos, presuntos yihadistas, habrían visitado los campos de entrenamiento en Afganistán y Paskistán donde se encuentran las infraestructuras tribales de Al Qaeda.
El fiscal antiterrorismo de París ha estado pendiente de esta operación de madrugada, en la que han contado con el apoyo de la policía especializada en operaciones especiales antiterroristas, dada la peligrosidad de los sospechosos.
No hay conexión con el caso de Merah
La operación no tiene relación directa con el caso de Mohamed Merah, el autor de los asesinatos de Toulouse y Montauban. Sin embargo, los diez sospechosos arrestados sí podrían tener un "perfil de potencial similar" al asesino de la moto, según fuentes policiales.
Uno de los objetivos de la operación es realizar una purga de "salafistas sospechosos de gravitar hacia posturas más radicales", según Le Figaro. Las detenciones se han llevado a cabo en Pau, Marsella, Aviñón, Valencia y en el barrio de Alma en Roubaix.
El pasado 30 de marzo hubo ya detenciones por toda Francia. Los 17 islamistas detenidos tenían relación con Al Qaeda y algunos estaban armados, aunque no tenían vínculos con Mohamed Merah, dijo el fiscal jefe de París, François Molins. Los miembros de Forsane Alizza detenido, entre ellos su líder, Mohamed Achamlane —al que todos llamaban el emir—, se entrenaban físicamente, en particular en parques y bosques de la región de París, y habían comprado armas, una decena de las cuales les fueron requisadas en la redada del pasado viernes, señaló el fiscal en una rueda de prensa.
De acuerdo con los investigadores,preparaban acciones violentas en Francia, en particular el secuestro del juez de Lyon Albert Lévy, que se había ocupado de la instrucción de un miembro del grupúsculo y además era judío.
Críticas de Hollande
El candidato socialista a las elecciones presidenciales del 22 de abril y el 6 de mayo, François Hollande, defendió las operaciones contra presuntos terroristas islámicos; pero manifestó sus dudas sobre el calendario en que se llevan a cabo en plena campaña electoral, e hizo hincapié en que si había amenazas, deberían haberse llevado a cabo hace tiempo.
Preguntado en la emisora de radio RTL, Hollande insistió en que "si hay sospechas y riesgos, hay que conjurarlos".
"Lo que sorprende es por qué hacerlo después de unos actos terroristas que han marcado tanto", añadió el líder socialista en referencia a los tiroteos, hechos que han dado un giro a la campaña electoral.
El líder socialista insinuó que la organización ahora de estas redadas contra el terrorismo integrista responde a los intereses electorales de su principal rival, el actual presidente Nicolas Sarkozy: "lo que se podía hacer hace unos meses, tendría que haberse hecho hace unos meses".
Sarkozy había anunció el martes que en las próximas semanas se iban a producir nuevas operaciones como la del viernes contra "Forsane Alizza" y que se les aplicaría la regla de la "tolerancia cero".
"En las próximas semanas, continuaremos este trabajo absolutamente sistemático que consiste en garantizar la seguridad de los franceses", había subrayado el jefe del Estado en una entrevista dedicada a la campaña para su reelección.
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