Gas Natural Fenosa publicó los resultados de la séptima edición del Índice de Eficiencia Energética, según el cual los hogares murcianos tienen un potencial de ahorro de 46 millones de euros en su factura energética.

La energía susceptible de ser ahorrada, 42.000 toneladas equivalentes de petróleo, es similar a la que consumen más de 1,3 millones de televisores encendidos durante un año.

Un mejor uso de la energía podría, además, ahorrar la emisión a la atmósfera de cerca de 113.000 toneladas de dióxido de carbono (CO2), una cantidad equivalente a la que evitarían 9 millones de árboles en una zona tropical o a la que emitiría un avión en alrededor de 24 vueltas al mundo.

Este estudio analiza las costumbres que implican un esfuerzo pequeño, pero que suponen un importante ahorro para las familias. Los resultados se obtienen a partir de las 3.800 encuestas, realizadas entre noviembre y diciembre, que preguntan sobre cuatro aspectos diferentes: cultura energética, mantenimiento, control energético y equipamiento. MURCIA,

En la media nacional

El Índice de Eficiencia marcó en 2011 en la Región de Murcia una puntuación de 6,64, cifra que presenta una pequeña mejora respecto de 2010 (6,63), un año en el que, en el caso de Murcia logró un repunte del mismo después de una caída en 2009 (6,22). En relación con el primer estudio de 2004 (6,21), el Índice ha experimentado una mejoría en la Región de Murcia del 6,9 por ciento.

Los hogares murcianos se sitúan en la media de eficiencia del conjunto de los hogares españoles. De hecho, su índice global está en 6,64 por ciento, cuando la media española se sitúa en el 6,65 por ciento.

Además, de los índices energéticos destacan significativamente el de mantenimiento y el de cultura energética, al estar por encima de la media nacional.

Impacto de las medidas que adopta la administración

En esta edición, el estudio ha analizado el impacto de las medidas que adopta la Administración para mejorar la eficiencia energética de los ciudadanos. La conclusión obtenida es que las medidas normativas son "más rápidas y eficaces" que las ayudas económicas directas.

En el caso de las campañas de concienciación, aunque su influencia es apreciable en algunas pautas de uso, es más difícil dirimir su impacto, ya que el efecto es menos marcado.