El alcalde de Santander, Íñigo de la Serna, ha valorado como una "excelente noticia" que la Comisión Regional de Ordenación del Territorio y Urbanismo (CROTU) haya aprobado la delimitación especial de los usos portuarios para el Centro de Arte Botín, con lo que se mantienen los plazos previstos para que los trabajos arranquen en el mes de junio.

No obstante, a preguntas de la prensa, el alcalde ha recordado que, aunque el proceso se está llevando a cabo "con mucha celeridad", todavía restan trámites administrativos "importantes", entre ellos, la puesta a disposición de los terrenos o la concesión, además de otros que implican directamente al Ayuntamiento, como los vinculados al paso inferior del Paseo Pereda y la reforma del entorno de los Jardines de Pereda.

"Todavía quedan pasos y tramitación administrativa, pero el hecho de que la CROTU haya dado el visto bueno es un paso fundamental dentro del proceso de un equipamiento cultural de primer orden como el que se pretende implantar en Santander", ha destacado.

Igualmente ha resaltado que la aprobación de la Comisión se ha realizado sin votos en contra de colectivos como el Colegio de Arquitectos, que se ha sido crítico con el proyecto, de forma que ahora hay "apoyo total" a esta iniciativa. "Es una excelente noticia que la CROTU lo haya aprobado y además creo que con el visto bueno de diferentes colegios profesionales que hasta ahora habían mantenido algunas reservas, lo que todavía es una noticia mejor", ha manifestado.

También ha señalado que la aprobación de la CROTU se ha materializado dentro del calendario previsto. "Los plazos ya aventuraban que junio podría ser el mes en el que se pudieran arrancar los trabajos si finalmente todo se desarrolla como se tiene que desarrollar", ha dicho.

Modificación aprobada

En concreto, la Comisión de Urbanismo ha aprobado la modificación puntual número 9 del Plan Especial de Ordenación del Sistema General Portuario del Puerto de Santander.

Dicha modificación propone la reordenación del espacio portuario en el ámbito de los Muelles de Calderón y Albareda, dentro del proceso de integración puerto-ciudad impulsado por las distintas administraciones implicadas.

Su objeto es permitir la futura implantación de un equipamiento cultural (Centro Botín) como forma de "refuncionalización" de espacios portuarios que con el paso del tiempo se han revelado como no adecuados para la actividad portuaria.

Según consta en el documento, consultado por Europa Press, la modificación introduce una nueva área con su correspondiente ordenación al tiempo que modifica las áreas 3 y 4. De este modo, el área 3 excluye la grúa de piedra, que pasa a integrarse en la ordenación del área 17 (Centro Cultural).

A su vez, el área 4 se ve más afectada, ya que uno de los pilares de su ordenación era mantener la explanada para el acceso de los vehículos al Ferry, funcionalidad que no se ve alterada al trasladarse al lado oeste de la Estación Marítima, lo que facilita la accesibilidad.

Por lo que respecta al centro cultural que se proyecta en la zona, (el centro Botín), la memoria especifica que se permite la proyección de la edificación sobre la lámina de agua un máximo de 26 metros y siempre formando parte del edificio situado en el área de movimiento de la edificación en tierra.

La edificabilidad sobre la lámina de agua solo se podrá materializar a partir de la planta primera, garantizando el mantenimiento de la continuidad visual en superficie. Se permitirá la cimentación del edificio en la lámina de agua mediante pilares ocupando un máximo del 2% de la proyección en planta sobre la lámina de agua.

La altura reguladora máxima será de 22 metros, incluyendo instalaciones auxiliares, medidos desde la rasante definida por el nivel o cota del pavimento accesible del espacio público y la edificabilidad máxima será 8.500 m2 construidos. A estos efectos no serán computables las superficies de las áreas abiertas en al menos tres direcciones, cubiertas como no. Tampoco computarán terrazas o espacios similares sin techo o cubierta.

Igualmente se permitirán pasarelas de acceso fuera del área de movimiento de la edificación y sobre la lamina de agua con la limitación de no interferir sobre la seguridad marítima que Capitanía Marítima establezca, siempre que su ancho no supere los 3,5 metros. La configuración arquitectónica exigirá en diseño y materiales una alta calidad, acorde con el Conjunto Histórico del Paseo Pereda y su entorno.

Alternativa más adecuada

En el análisis de las alternativas consideradas, la Autoridad Portuaria de Santander, en el ejercicio de sus competencias relativas a la ordenación del dominio público portuario y de común acuerdo con el resto de Administraciones Públicas competentes, ha optado por destinar el área del muelle de Albareda para un centro cultural "de especial relevancia nacional e internacional" con el fin de dinamizar la actividad cultural y económica de Santander, vinculado a la interacción puerto-ciudad y concretamente al uso de equipamiento cultural.

Se han configurado tres alternativas, y para su selección se han tenido en cuenta factores como la afección paisajística y visual; accesibilidad al equipamiento; integración del puerto en la ciudad; afección al patrimonio cultural; o integración arquitectónica.

El resultado de la valoración concluye que la alternativa 'B' es la más adecuada ambientalmente ya que, contemplando la posibilidad del soterramiento de la calle Muelle Calderón, que es común a las tres alternativas, elimina su mayor inconveniente que venía determinado por la fragmentación de los espacios libres.

Así, con el soterramiento se crea un nuevo escenario en el que se establece la conectividad espacial y funcional del nuevo espacio libre del Muelle Albareda con los Jardines de Pereda, alcanzando de esta forma una mejor integración paisajística, respecto a las otras dos alternativas.

En concreto, en la alternativa seleccionada el uso de equipamientos se sitúa en el ámbito central, dentro del Muelle Albareda. El uso de muelles y áreas anejas compatibles con usos ciudadanos (MCC) queda por tanto dividido en dos áreas, al este y al oeste.

El área de movimiento de la edificación tiene una forma rectangular adaptándose a la configuración del Muelle de Albareda, quedando delimitada por el este, por el cambio de orientación que se produce en el cantil del muelle.

También se ha reducido la edificabilidad respecto a la memoria inicial presentada para una mayor adaptación a la configuración del muelle, con un número máximo de cuatro plantas (bajo más tres); y una edificabilidad máxima de 8.500 metros cuadrados.