Encabezados por el secretario general de CGT, Julio César Sanz Polo, una treintena de miembros de ambos colectivos ha llegado sobre las 11.30 horas a Colón tras enfilar la avenida Fernández Ladreda y la Calle Real, sellar a su paso numerosas pegatinas en los escaparates de los comercios que permanecían abiertos y explotar petardos.

En esta plaza, donde comienza su itinerario la mayor parte de los urbanos, han esperado la llegada de los autobuses para comprobar si se estaban cumpliendo los servicios mínimos acordados. Allí han encarado a aquellos conductores cuyo servicio, según han asegurado, no formaba parte de lo pactado.

Al grito de '¡rompehuelgas!', '¡ya vendrás al sindicato cuando te echen!". "¡que no te toca trabajar, valiente!" o "¡cuando vuelvas de una baja te van a echar a la puta calle!", los allí congregados, ante un equipo policial que ha requerido refuerzo, han aprovechado asimismo para adherir pegatinas en las lunas de los autocares.

Los manifestantes se han dirigido después hacia la plaza del Seminario, donde se ubica la Subdelegación del Gobierno, y han aprovechado para criticar a su paso por la plaza Reina Doña Juana a la Junta de Castilla y León —allí se localiza su delegación territorial—, a la que han responsabilizado de la reforma laboral.

"Sois cómplices, a vosotros también os corresponde la crítica y tenéis responsabilidad como Gobierno regional", han exclamado. A su paso por la puerta de la Subdelegación han censurado los "abusos de la política" y espetado su deseo de que la reforma laboral se haga al Gobierno y a la patronal.

CGT y CNT han recorrido después la calle de San Francisco hasta llegar a la manifestación convocada por la Asamblea de Estudiantes de Segovia en la plaza de El Salvador.