La Asamblea General de Caja Rural de Burgos ha aprobado por unanimidad este miércoles su integración con las rurales de Segovia, Fuentepelayo y Castelldans.

Según ha recogido Europa Press de un comunicado emitido este miércoles por la entidad burgalesa, esta integración se enmarca dentro de un proceso de "crecimiento", con el objetivo de aprovechar al "máximo" las oportunidades de mercado.

El Consejo de Administración de la entidad resultante estará presidido por el actual presidente de Caja Rural de Burgos, Pedro García Romera, y lo conformarán 17 miembros de los cuales nueve han sido designados por la entidad burgalesa y el resto por las cajas rurales participantes en la integración.

Según ha señalado Romera, este proceso es una "oportunidad clara" para Caja Rural de Burgos que, con más de 20 años de buen funcionamiento y más de 70.000 clientes, entiende la integración como un "aval" para socios y clientes, frente a la "incógnita" que suponen los proyectos diseñados por sus competidores del mapa financiero.

La cooperativa de crédito burgalesa aportará a la integración 1.900 millones de euros, activos por importe de más de 1.122 millones de euros, 69 oficinas, 197 empleados y 70.000 clientes.

Cuentas anuales

La Asamblea General de Caja Rural de Burgos ha aprovechado la convocatoria para aprobar sus cuentas anuales de 2011, de las que se desprende un beneficio bruto cercano a los 5 millones de euros.

Además, la entidad burgalesa cerró el pasado ejercicio con un ratio de solvencia del 12,5 por ciento y un capital principal del 10,1 por ciento, así como un 3,73 de morosidad y una cobertura de la misma del 107,32 por ciento.

Asimismo, mantuvo el nivel de préstamos, tras registrar una caída del 0,6 por ciento, como consecuencia, como consecuencia de la falta de demanda de préstamos hipotecarios para la compra de vivienda.