Juzgan mañana en Valladolid por tráfico de drogas a una mujer dominicana que permanecía prófuga de la Justicia

Su hijo y otros dos acusados fueron juzgados por los mismos hechos en 2011 y absueltos por falta de pruebas

La Audiencia de Valladolid juzga mañana, martes día 27 de marzo, a una mujer de origen dominicano, Adalgisa M.B.S, que fue detenida en julio de 2009 junto a su hijo y otras dos personas bajo la acusación utilizar un bar y un prostíbulo para realizar transacciones de droga.

Tan sólo ocupará banquillo Adalgisa M.B.S, para la que el fiscal solicita una pena de cuatro años de prisión y el pago de una multa de 600 euros. La acusada permanecía prófuga de la Justicia tras eludir en abril de 2011 el juicio en el que sí fueron juzgados su hijo, Darwin R.B.S, y otros dos acusados, Romelki Antonio L.J. y Adriana María T.A, quienes, pese a que para ellos el Ministerio Fiscal pidió penas que sumaban en su conjunto 17,5 años de cárcel, fueron finalmente absueltos por la Audiencia Provincial por falta de pruebas, según informaron a Europa Press fuentes jurídicas.

En su fallo, la Sección Cuarta de lo Penal de la Audiencia vallisoletana fundamentó la absolución en el hecho de que las conversaciones telefónicas 'pinchadas' por la Policía Nacional no resultaban "concluyentes" y tras advertir de que las mismas deberían de haber desembocado en una operación en la que se localizara "de manera efectiva" sustancia estupefaciente y que se pudiera involucrar con ella a los acusados, "lo cual no ha sucedido en este caso".

Las meras sospechas, tal y como añadía la sentencia, "no se han concretado en pruebas que puedan enervar la presunción de inocencia" de los tres encausados, de ahí la decisión del tribunal de inclinarse por la absolución.

El fiscal sostenía que Darwin R.B.S. se dedicaba desde al menos abril de 2009 a vender cocaína a terceras personas en Valladolid, tarea en la que, según entendía probado, contaba con la colaboración de su madre, Adalgisa, y del también acusado Romelki A.L.J, que tenían como principal misión transmitir a consumidores parte de la droga que en cada momento tenía el primero, así como de poner a éste en contacto con la clientela.

La cuarta persona procesada, Adriana M.T.A, alias 'Elena', fue igualmente acusada de adquirir droga a Darwin en diversas ocasiones con el fin de distribuirla entre los clientes y las mujeres que trabajaban en la casa de citas situada en el número 30 de la calle La Luna, local del que era encargada.

Así, el 25 de julio Darwin y Adriana, que días antes habían contactado telefónicamente, se citaron en la estación de trenes, ya que la segunda tenía previsto regresar ese día de un viaje, y el primero acudió en su vehículo en el que llevaba nueve papelinas de cocaína, parte de ellas ocultas en la guantera y el resto en el cenicero, además de una décima 'papela' dentro de uno de sus calcetines.

La policía se incautó de todas ellas, así como de 185 euros procedentes, supuestamente, de ventas anteriores y de cinco teléfonos móviles, tres pertenecientes a él y dos propiedad de ella que utilizaban para ponerse en contacto.

Ese mismo día, los agentes acudieron al bar 'JL', en el número 1 de la calle Verbena y del que Darwin era encargado, al menos desde principios de mes, y hallaron otra docena de papelinas de 'coca' que supuestamente había llevado el acusado para su distribución entre clientes y empleados.

Frente a las versiones exculpatorias de los procesados y la petición absolutoria de sus defensas, que además invocaron la nulidad de las escuchas telefónicas por, a su juicio, no estar debidamente fundamentado el oficio policial entregado al juez para autorizarlas, policías que participaron en la detención coincidieron al señalar que las pesquisas se iniciaron ante las sospechas de que "se consumía y vendían sustancias" en el bar 'JL', a raíz de distintas actas de aprehensión de 'coca' levantadas a clientes en las inmediaciones del local.

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