La Junta Directiva y el Consejo Industrial de FAE de Burgos han aprobado este lunes una declaración institucional en la que consideran que la convocatoria de huelga general del próximo jueves, 29 de marzo, tiene un carácter "político".

FAE tiene constancia de que se están llegando a acuerdos internos entre empresas y trabajadores para cerrar los centros de trabajo el día de la huelga "ante posibles acciones sindicales violentas", por lo qie pide los empresarios "que mantengan las empresas abiertas con normalidad al objeto de salvaguardar el derecho de toda persona que desee acudir al trabajo".

En el mismo sentido, FAE insta a los convocantes a reflexionar sobre los efectos que puede tener una convocatoria de estas características, "que ningún caso contribuirá a la salida de la crisis que padecen tanto empresarios como trabajadores".

Además, FAE les sugiere que utilicen su derecho de huelga "con responsabilidad" y respeten el derecho al trabajo de quienes quieran ejercerlo y no utilicen la violencia "contra personas y bienes", además de que les pide que respeten los servicios mínimos establecidos.

Asimismo, la asociación empresarial aconseja a la dirección de las empresas que previamente, en colaboración con los representantes de los trabajadores, se designen las personas necesarias para el cumplimento de los servicios mínimos de mantenimiento y seguridad en las mismas.

FAE recuerda a los empresarios que los efectos jurídicos de la huelga en el trabajador son la suspensión del contrato de trabajo, el no devengo de la retribución correspondiente y el mantenimiento en situación de alta especial en la Seguridad Social, con la suspensión de obligación de cotizar, durante el tiempo de huelga.

Por último, se informa que FAE ha creado una mesa de seguimiento y

asesoramiento para los empresarios el día de la huelga sobre cómo actuar y poder canalizar, ante la Subdelegación del Gobierno, la petición de auxilio en los casos en los que sufran algún tipo de coacción o violencia para que se cese en ella.