La bodega de Rioja Contino, perteneciente a CVNE y ubicada en La Rioja alavesa, ha sido la primera en comenzar a utilizar un sistema informático, fruto de una tesis doctoral, en el que las nuevas tecnologías se ponen al servicio de la sabiduría del viticultor en el control del viñedo.

Esta herramienta es fruto de una investigación, de cinco años, que se ha concretado en la tesis doctoral recientemente defendida en la Universidad de La Rioja por el ingeniero Roberto Fernández, bajo la dirección del profesor Francisco Javier Martínez de Pisón y de la profesora Alpha Verónica Pernía.

El ya doctor Fernández ha relatado hoy, entre los viñedos que han comenzado a probar su investigación, cómo Rioja "lleva muchos años produciendo un vino de muy buena calidad y ha generado un conocimiento basado en la práctica".

Su idea se basa en utilizar "nuevas tecnologías de la comunicación para mejorar ese conocimiento y poder ayudar en la toma de decisiones (tanto a viticultores como a enólogos), usando procesos de minería de datos y redes de sensores inalámbricos que aporten información para conocer mejor la situación de los viñedos".

"Es determinante a la hora de tomar decisiones, porque los viticultores pueden decidir en un momento determinado si la uva está madura" y esto repercutir "en la calidad del vino", ha explicado.

Así, los sensores miden cuestiones como la temperatura y humedad del suelo a diferentes alturas, radiación solar y temperatura y humedad de la vegetación.

En Contino, además de conocer el momento exacto más adecuado para la vendimia, utilizarán esta herramienta para saber dónde tienen que instalar sistemas de riego. En concreto, se han instalado cuatro sensores y se lleva analizando los resultados tres vendimias.

Así, tal y como ha explicado Martínez de Pisón, para poder usar la herramienta primero hay que "capturar información unos años". Además, aún está en fase de "prototipo de laboratorio: se han contrastado los resultados, se ha visto que son buenos, pero aún queda hacer un prototipo más avanzado".

Desde Contino, su director técnico, Jesús Madrazo, ha puesto el acento en el hecho de que esta bodega se dedica a hacer vinos de alta gama y, por tanto, ésta es "una herramienta más que permite un conocimiento añadido". "Al final estamos en un mercado muy competitivo y esto nos va a permitir competir mejor", ha considerado.

En su caso concreto trabajan en una finca de 62 hectáreas y no compran uva por lo que tienen que controlar con exactitud la producción, "conocer cada tipo de suelo y el resultado que van a dar las viñas en cada uno", así como "la fecha óptima de vendimia" según las maduraciones de la uva; "lo cual no es fácil y, si podemos obtener información en cada fase del ciclo vegetativo, podemos aproximarnos mejor" al momento "acertado", ha explicado.

Por su parte, el vicerrector de Investigación de la Universidad de La Rioja, Eduardo Fernández, ha puesto el acento en el interés de la Universidad de La Rioja por evitar la fuga de talentos. "Los doctores", ha explicado, "cuando terminan su tesis, es habitual que salgan al extranjero".

"El problema que tiene España es que estas estancias se están transformando en exilios", ha añadido; es el caso, ha señalado, de Fernández, que viajará a Australia en una semana y "este país no puede permitirse el lujo de que se vayan y no vuelvan".