El Juzgado de lo Penal número 4 de Santander ha condenado a una pena de seis meses de prisión, multa de 1.080 euros y a un año de día de privación del derecho a circular con vehículos a J.F.P., que circulaba bajo los efectos del alcohol e intentó boicotear la prueba de alcoholemia a la que se le sometía.

En noviembre de 2011, en la calle General Dávila de Santander, el hombre impactó, bajo los efectos del alcohol, contra la parte de atrás de un vehículo en marcha.

La conductora de ese segundo vehículo le requirió los datos, pero este se negó. Entonces, avisó a la Policía Local, que le instó a someterse a la prueba de alcoholemia.

Pero el hombre no prestó "colaboración alguna": no atendía a las indicaciones, dejó pasar el tiempo, respiró de forma incorrecta, soplaba aire en lugar de inspirarlo, o cuando lo expulsaba lo hacía en cantidad tan pequeña que resultaba insuficiente para la prueba.

Por eso se le condena, porque la negativa a someterse a pruebas de alcoholemia es ya, en sí misma, un delito contra la seguridad vial.