Audiencia de Valladolid decreta prisión para los dos acusados de 'saltar' seis dientes a otro con un botellín

La decisión del tribunal estima así la petición del fiscal, que mantuvo su petición de 4 años de cárcel para los supuestos agresores

La Audiencia de Valladolid ha dictado hoy auto que acuerda el ingreso en prisión de los dos jóvenes de origen dominicano acusados de la "agresión de carácter brutal", en palabras del fiscal, sufrida en octubre de 2011 por un varón de origen marroquí durante una reyerta en el bar 'Diamante', en el barrio de Las Delicias, a resultas de la cual la víctima sufrió la pérdida traumática de seis piezas dentales y un grave traumatismo craneoencefálico, según informaron a Europa Press fuentes jurídicas.

La decisión del tribunal se ha producido al término del juicio celebrado contra ambos jóvenes, W.U.Y. e Y.C.R.Y, a petición del Ministerio Fiscal, lo que da ya a entender que la sentencia contra ambos será de carácter condenatorio por un delito de lesiones, con lo que sobre cada uno de ellos, a tenor de la petición de la acusación pública, podría recaer una pena de cuatro años de cárcel y la obligación de indemnizar a su supuesta víctima, B.M, con un total de 6.000 euros por las lesiones y secuelas sufridas y con otros 5.908 al Sacyl por los gastos de asistencia sanitaria prestados.

La orden de ingreso en prisión de los dos procesados, que hasta ahora se hallaban en libertad, no parece haber tenido en cuenta la versión exculpatoria ofrecida por ellos, que no sólo han negado la autoría de la agresión sino que han asegurado que fue el marroquí B.M. el que inició la pelea y comenzó a lanzarles botellines.

En este sentido, los ya encarcelados, primos entre sí y cuyos letrados han pedido un fallo absolutorio, han relatado que la noche del 22 de octubre de 2010 se encontraban bastante bebidos cuando llegaron al 'Diamante' acompañados de dos chicas y ocuparon una mesa para tomarse unas cervezas. Fue entonces cuando, tal y como han explicado, la víctima se acercó primero a una de sus amigas para pedirle que le invitara y luego, ante la negativa de ésta, se dirigió a la barra, donde empezó a discutir con la camarera, a la que debía una consumición.

"Me acerqué a la barra para ayudar a la camarera y él me pegó con un botellín en la cabeza y caí al suelo", ha asegurado Y.C.R.Y, quien ha añadido que su primo, W.U.Y, acudió en su ayuda para separar y ha insistido en que ninguno de ellos golpeó a su contendiente y que se limitaron a tratar de zafarse de él, ya que, según ambos, el marroquí se aferraba a sus piernas y no les dejaba abandonar el local.

Reconocidos por la víctima

El aludido, sin embargo, no ha dudado al identificar a los dos jóvenes como quienes de forma simultánea le agredieron con sendos botellines de cerveza nada más salir del servicio, y ello a pesar de que, según ha reiterado, no había tenido con ellos incidente previo alguno. "Caí inconsciente y no me acuerdo de nada más", ha enfatizado B.M, que ni siquiera ha sabido precisar si acto seguido fue arrastrado por sus agresores hasta la calle, donde, supuestamente, siguieron golpeándole.

Lo llamativo del caso es que, a excepción de la víctima, cuatro testigos de los hechos que se encontraban esa noche en el bar y que han 'desfilado' por la Audiencia Provincial han reconocido que presenciaron la trifulca pero, sin embargo, se han declarado incapaces de reconocer a los acusados como los autores de la agresión, unos debido a que el local se hallaba muy oscuro y otros ante los nervios de ver cómo volaban vasos y botellines.

Los cuatro testigos han coincidido en que vieron a la víctima caer tras recibir el impacto de botellazos y cómo una vez en el suelo era rodeada por un grupo de jóvenes, algunos provistos de viseras, que siguieron dándole golpes.

En este sentido, el testimonio más dramático ha sido el prestado por Julián M, quien ha resaltado que tras el "barullo" inicial en el bar vio cómo dos varones agarraron por las piernas a B.M, ya inconsciente, y le sacaron a rastras del establecimiento mientras su cabeza iba golpeando los peldaños de la escalera de acceso. "Vi mucha sangre en el suelo y al poco oí gritar a la camarera: ¡Le han matado, le han matado, tiene un ojo fuera!", ha concluido el testigo.

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