La Audiencia de Valladolid ha dictado hoy un auto para la puesta en libertad inmediata de la joven marroquí Hind H. y de los varones Abdel A. y Bou M.T, también de la misma nacionalidad, que han compartido banquillo durante los dos últimos días acusados de haber golpeado, maniatado y robado 2.665 euros en octubre de 2011 al propietario de un piso situado en el Paseo de Farnesio y con quien la primera de los imputados había mantenido una relación sentimental, según pudo saber Europa Press en fuentes jurídicas.

La decisión adoptada nada más concluir el juicio pone fin así al cautiverio que los tres procesados sufrían desde hace cinco meses por la presente causa y es indiciaria de una posible sentencia absolutoria por parte de la Sala ante las dudas que plantearía el testimonio incriminatorio aportado por la víctima, Florentino G, al que las defensas de los acusados han presentado como una persona inmersa en un estilo de vida "irregular y azaroso", en alusión a su posible vinculación con el tráfico de drogas y la prostitución, y a quien han atribuido un deseo de vengarse de Hind H. ante la relación de "amor-odio" que mantenía con ella.

Su puesta en libertad, por tanto, parece la antesala de su libre absolución, tal y como han solicitado hoy, en la última jornada del juicio, los letrados de la defensa, frente a la petición de condena del Ministerio Fiscal, quien, si con carácter provisional solicitaba diez años de cárcel para cada uno de los acusados, ha rebajado finalmente la petición a siete años y medio para Hind H. y a siete años para sus compañeros de banquillo como autores de un delito de robo con violencia—sólo le aplica a ella la agravante de abuso de confianza—, otro de detención ilegal y una falta de lesiones, por la que solicita, a mayores, diez días de localización permanente.

Falta de credibilidad

Aunque el fiscal ha mantenido la acusación fundamentado, como "prueba esencial de cargo", en la versión de los hechos ofrecida por la supuesta víctima, Florentino G, y en el testimonio de distintos testigos, entre ellos un taxista y los policías que le auxiliaron nada más liberarse de sus ataduras, los defensores han coincidido al poner en tela de juicio la credibilidad del denunciante y han insistido en que los hechos podrían haber sido inventados por éste movido por los "celos" que sentía de su entonces pareja, Hind H, y las sospechas de que ella pudiera estarle engañando con el más joven de los otros dos imputados.

"Estaba celoso de ella y en la denuncia no ha tenido ningún problema en arrastrar a los otros dos acusados, a los que conocía, con el fin de dar más verosimilitud a los hechos", ha censurado uno de los defensores, que, al igual que la otra defensa, ha recordado que si Hind H. hubiera querido de verdad cometer el robo lo hubiera conseguido mucho más fácil esperando a que su exnovio estuviera ausente para entrar en el piso ya que poseía las llaves del mismo, en lugar de reclutar a dos cómplices, entrar a la fuerza en el inmueble, golpearle, amordazarle con cinta adhesiva de embalar y apoderarse de dos sobres con un total de 2.665 euros que la víctima asegura que tenía escondidos en el sofá del salón.