La capital ocupa el puesto duodécimo, por detrás de Nueva York, Toronto o Zurich, que lideran la clasificación, pero por delante de París o Londres.

Reader's Digest, que reconoce que el estudio no es científico, ha enviado a sus reporteros a estas ciudades para que realicen tres pruebas.

La primera consiste en dejar caer unos papeles al suelo y ver cuánta gente ayuda a recogerlos; la segunda mide la amabilidad de la gente comprobando cuántos ayudan a abrir la puerta y dejan pasar y salir antes de entrar; la tercera analiza a los comerciantes y el trato que dan a los clientes.

Rompiendo mitos

El estudio llega a una serie de conclusiones que pueden impactar.

El 60 por ciento de los madrileños aprobó el test al que no sabían que se estaban sometiendo, lejos del 90 por ciento de los neoyorquinos, lo que convierte a esta ciudad, con fama de fría y estresante, en la más educada del mundo.

Pero además, y lejos de lo que se asegura habitualmente, el estudio apunta a que los ciudadanos menos educados son los que superan los 60 años.