Según han trasladado a Europa Press fuentes sindicales, la gerencia ha tenido ya algunas reuniones con los trabajadores, 14 de ellos indefinidos y 41 de carácter fijo-discontinuo, después de no haber conseguido alcanzar un acuerdo, de forma que este extremo ha obligado a la sociedad a presentar un expediente de regulación de empleo (ERE) de carácter extintivo sobre toda la plantilla ante el cese de la actividad; un hecho confirmado desde la Consejería de Empleo.

No obstante, la cadena hotelera se mantiene aún en negociaciones con los trabajadores para los que busca una salida laboral, de manera que ha planteado la posibilidad de reubicar a los empleados del Playaluna en otro establecimiento, ya sea en uno de los nueve restantes que posee en Almería, o en algún otro en Barcelona, Cádiz, Canarias, Granada, Huelva, Madrid, Málaga o Valencia. Igualmente, se ha puesto sobre la mesa la opción de crear una bolsa de empleo entre los trabajadores para las vacantes.

Pese a todo, desde las distintas secciones sindicales se espera a que el grupo plantee su fórmula de viabilidad tras el posible cierre de este hotel de cuatro estrellas confort que fue abierto en 2002 y que, junto al Hotel Playacapricho en Roquetas de Mar —de cuatro estrellas gran confort—, era uno de los que más público recibía a lo largo del año en la localidad almeriense.

De esta forma, han llamado la atención sobre la "particularidad" de este caso y se ha descartado que, por el momento, la cadena hotelera tenga previstos nuevos cierres en la provincia. Pese a esto, desde CCOO y UGT se mantienen los contactos con otras firmas de cara al verano para conocer el estado en el que se encuentra la planta hotelera y los efectos que el turismo y la economía pueden tener sobre el empleo.