La alergóloga del Hospital Universitario Río Hortega de Valladolid Alicia Armentia ha advertido de que la primavera puede ser "moderada" si el polen, aunque tenga unos niveles menores, es más agresivo que en otras ocasiones porque "no siempre es importante la cantidad" sino "su calidad alergénica", que es lo que va a influir más en la calidad de vida del paciente.

Armentia, en declaraciones a Europa Press, ha explicado que la cantidad de polen viene determinada por la pluviosidad y si acaba la sequía o no porque ésta última afecta a la calidad alergénica de los pólenes.

Así, al igual que esta misma semana advertía la Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica (SEAIC), Armentia ha indicado que se prevén menos pólenes, entre 2.000 a 4.000 gramos por metro cúbico, cantidad suficiente para producir rinitis y asma.

Sin embargo, ha aclarado que la agresividad de la clínica va a depender de que el alergeno que tengan los pólenes sea "más o menos potente" debido a que la sequía afecta a los pólenes y les hace sintetizar proteínas de defensa, que necesitan para germinar y son potentes alergenos.

Además, la alergóloga ha incidido en que las lluvias que aumentan los niveles de pólenes son las de otoño y este año no se han producido, pero además hay otro factor muy importante que son los anticiclones de abril y mayo, que aumentan el nivel de polen. En caso de que lloviera mucho en mayo, el agua arrastraría los pólenes, por lo que lo único que ocurriría es que se retrasara la primavera.

Por estas razones, condiciona los niveles de polen y su agresividad alergénica a la lluvia y también a que haya intrusiones de aire sahariano, que son frecuentes desde que han empezado a notarse los efectos del cambio climático, y que estimulan mucho la polinización.

Aumento de los alérgicos

Estos factores y la presencia de polen tienen que tenerse en cuenta cada vez por más gente, ya que se ha visto que las enfermedades alérgicas se han duplicado los últimos 15 años y una de cada cuatro personas es alérgica.

Armentia atribuye esta circunstancia sobre todo a los cambios climáticos porque los pólenes están cada vez más dañados por la contaminación, que cae al suelo y afecta a las raíces y a la futura planta, que "se defiende sintetizando estas proteínas porque es necesario que se perpetúe su especie". "Es una forma, digamos, de venganza de la naturaleza", ha añadido.

No obstante, considera que se pueden evitar los días de más polen o las horas en las que más cantidad se puede inhalar gracias a que la población está informada con más rigor y se tienen informes de los niveles de polen y previsión en las diferentes provincias gracias a sistemas como el existente en Castilla y León, la red Racyl de Sanidad, que proporciona información tanto a médicos como a pacientes y que permite consultar por SMS los niveles de polen en las 15 estaciones existentes.

De esta forma, la alergóloga considera que, desde el punto de vista terapéutico, lo más importante para un paciente es un buen diagnóstico, pero también que conozca "a qué se enfrenta", es decir, que sepa que tiene alergia porque, por ejemplo, la gente no diferencia muchas veces entre gripe, catarro y síntomas alérgicos ahora que polinizan los cipreses, cuyos síntomas son "muy característicos".

Por ello, ha abogado por que los pacientes que aún no han sido diagnosticados intenten informarse bien, para lo que sugiere buscar información en lugares adecuados como las páginas web de asociaciones como de la de la Sociedad de Alergología, aunque también hay información en otros sitios como el Portal Sanitario de la Junta de Castilla y León.

Más herramientas informativa

Precisamente en este sentido ha destacado el desarrollo de herramientas de intercambio de información entre médicos de Atención Primaria y alergólogos, que cuentan ya con aplicaciones para smartphones, páginas web y otras herramientas que permiten mejorar la atención.

En este sentido, considera que los médicos de Atención Primaria están "muy bien informados" y derivarán al paciente, si observan un cuadro alérgico, al especialista, que puede prescribir un tratamiento que podría ser muy eficiente y eficaz.

Tras la polinización actual de los cipreses, a lo largo de este mes llegará la del plátano de sombra, ha explicado Armentia, quien ha recordado que la alergia más prevalente en Castilla y León es la de pólenes de gramíneas porque es una zona cerealista y "hay muchas gramíneas silvestres y cultivadas".

Precisamente se ha detectado un aumento de alergias de este tipo, más por los cambios climáticos que por un exceso de celo de cuidado del médico, ya que es una enfermedad genética y cada vez hay más "cruces" entre personas afectadas, lo que hace que los niños también lo sean más.

Por otra parte, ha apuntado como otra de las causas de este aumento de alérgicos a la alimentación, mucha de ella trasgénica, con vegetales modificados genéticamente que el sistema inmune no reconoce y causa sensibilidad a alimentos, frutas, verduras, que tienen mucha relación con proteínas de pólenes.

"Estamos asistiendo a las dos cosas, al aumento de la patología respiratoria, rinitis, asma, y también casos más graves como anafilaxia por frutas y verduras", ha incidido Armentia.