PLASENCIA (CÁCERES), 5

Europa press

La coordinadora autonómica de trasplantes de Extremadura, Gema Guerrero, ha asegurado que los datos de donación en los primeros meses de 2012, tanto de órganos como de tejidos, "se están manteniendo".

Unos datos que ha acogido con prudencia ya que la donación de órganos "nunca es una actividad regular", aunque parece que sigue la tendencia de 2011, que fue un año "en el que Extremadura registro un aumento muy importante en la donación de órganos".

El pasado años, Extremadura "se acercó por primera vez a la media nacional", según Guerrero, con una media de 34,2 por millón de población, lo que supuso "44 trasplantes renales y 21 trasplantes hepáticos" en órganos y "52 implantes de córneas" en tejidos.

Gema Guerrero ha asegurado también que pese a que los resultados "hasta este año no han sido lo buenos" que "hubieran gustado", la solidaridad extremeña "no está en entredicho".

Así ha apuntado que el problema de la región en donación de órganos "es que es una comunidad muy amplia, con una población baja" por lo que necesita "del funcionamiento de todos los hospitales para poder mantener unos resultados".

Es por ello que Guerrero consideró que es más "un problema de organización que un problema de solidaridad" por parte de la población extremeña.

Gema Guerrero ha inaugurado este miércoles la Primera Jornada de Actualización en Donación de Órganos y Tejidos para Médicos y Enfermeros de los Servicios de Urgencias y Emergencias en la ciudad de Plasencia (Cáceres).

Unas jornadas en las que se trata de que los servicios de urgencias tengan la conciencia de que "ante un paciente al que no se le puede hacer nada por salvarle la vida" sí que este "puede salvarle la vida a otras personas", según Guerrero.

PERFIL

De ahí que los servicios de urgencias jueguen un papel fundamental en la "detección" de posibles donantes y por tanto hay que "sacar esta detección de las Unidades de Cuidados Intensivos" ya que el perfil del donante de órganos y tejidos "ha cambiado en los últimos 5 años".

El perfil del donante de órganos y tejidos hace unos años era el de "un chico joven que fallecía en un accidente de tráfico" y ese es un tipo de paciente "que sí se va a localizar en una UCI", pero en la actualidad es el de una persona "de más de 60 años con una hemorragia cerebral, que no siempre va a estar en una UCI" y de ahí la necesidad de aumentar el número de profesionales que puedan detectar esos donantes.

Lo que se trata con estos cursos es "ampliar e implicar a todo el servicio del hospital" a la hora de localizar a "este tipo de pacientes", aunque para Guerrero la implicación con la donación de órganos "es muy personal" y de ahí la necesidad de realizar jornadas como las que se realizan este miércoles en Plasencia.

Unas jornadas organizadas por Sociedad Extremeña de Medina de Urgencias y Emergencias de Extremadura, con la colaboración de la asociación nacional y la coordinadora de trasplantes de Extremadura y que se realizan en el Parador Nacional de Turismo de Plasencia.

Tomas Toranzo, presidente nacional de SEMES, ha destacado durante las jornadas que los servicios de urgencias colaboran en la donación de órganos "de una forma pasiva" y de lo que se trata es que pasen a una actitud "proactiva" y que puedan pasar a "detectar el mayor número de donantes".

Para ello la labor de los servicios de urgencias sería la de "la detección" ya que, ha indicado, la extracción y el mantenimiento de los órganos "es una cadena" en la que si "si no hay detección, no hay donación".

Toranzo ha mostrado la necesidad de que los profesionales de urgencias tengan "unas habilidades de comunicación" para "proporcionar a la familia, en momentos muy difíciles, una información que la entienda" para poder lograr "una disminución de las negativas".

Durante la mañana de este miércoles los asistentes a estas jornadas de actualización han recibido diferentes conferencias y charlas, y será esta tarde cuando los profesionales participantes realicen talleres prácticos en ámbitos como el mantenimiento del donante, el protocolo de detección de pacientes con riesgo de muerte encefálica, o comunicación de malas noticias.