Según estos guardias civiles, la exposición de símbolos religiosos en edificios públicos «vulnera la aconfesionalidad del Estado garantizada por la Constitución». Así, aseguran que la colocación de la Virgen en el cuartel impregna de un significado a las personas que prestan servicio en ese lugar «sin permitir diferenciación alguna para las personas que profesen creencias distintas».

Los agentes solicitaron primero la retirada de la estatuilla al sargento comandante del municipio, que desestimó la petición argumentando que se trataba de la imagen de la patrona del cuerpo. Sucesivamente, y asesorados por la Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC), se dirigieron a sus superiores «que no han contestado a las solicitudes», según la AUGC. Ahora, y respaldados por un informe del Defensor del Pueblo, elevarán su petición al director general del Cuerpo, Joan Mesquida.

Los mismos argumentos

Los dos agentes se basan en los mismos argumentos que en semanas pasadas utilizaron padres y profesores de algunos lugares de Andalucía que creen que en los edificios públicos no debe haber símbolos religiosos. La polémica comenzó en Baeza (Jaén) cuando la Junta retiró unos crucifijos de un colegio por petición de los padres. Le siguieron algunas asociaciones de padres de Sevilla y Huelva y los últimos en sumarse a la causa han sido los sindicatos de profesores de Córdoba.