La Audiencia impone 15 años de cárcel para dos hombres acusados de matar a otro y tirarlo al río Júcar

La sección tercera de la Audiencia Provincial de Valencia ha impuesto una pena de 15 años de prisión para dos hombres acusados de matar a otro en mayo de 2008, por un asunto relacionado con las drogas, y de envolverlo en una sábana y trasladarlo en una furgoneta hasta el río Júcar, donde lo arrojaron atado a los pies una bombona de butano.
Los Dos Acusados Del Homicidio Durante El Juicio
Los Dos Acusados Del Homicidio Durante El Juicio
EUROPA PRESS
Los Dos Acusados Del Homicidio Durante El Juicio

La sección tercera de la Audiencia Provincial de Valencia ha impuesto una pena de 15 años de prisión para dos hombres acusados de matar a otro en mayo de 2008, por un asunto relacionado con las drogas, y de envolverlo en una sábana y trasladarlo en una furgoneta hasta el río Júcar, donde lo arrojaron atado a los pies una bombona de butano.

Un jurado popular declaró culpable de un delito de homicidio, con la agravante de abuso de superioridad, a estos dos hombres. El tribunal, en base a este veredicto, ha condenado a los procesados a cumplir 15 años de cárcel y a indemnizar a la familia con 132.000 euros —100.000 euros para los padres, 12.000 euros para los dos hermanos, y 20.000 euros para la abuela—.

El incidente tuvo lugar el 20 de mayo de 2008, pasadas las 22.00 horas, en la localidad valenciana de Sueca. La víctima se presentó ese día en la casa de los acusados en relación con la venta de droga. En ese momento, según el relato del fiscal, ambos le atacaron "simultáneamente" con un objeto contundente y con un arma blanca.

En total, causaron a la víctima 44 heridas por todo su cuerpo y por la cara. Una de ellas, en el cuello, le seccionó la arteria carótida y le produjo la muerte. También le perforaron los pulmones. Seguidamente, los acusados envolvieron el cadáver en una sábana que había por el piso. Los jóvenes trasladaron el cadáver en una furgoneta que pidieron prestada a otro amigo y lo arrojaron al río Júcar tras haberle atado a los pies una bombona de butano.

Frente a esta versión del ministerio público, que es la que asumió el jurado como cierta, los procesados afirmaron ante el tribunal que la noche de los hechos no salieron de casa y que se dedicaron a jugar a la Play Station tras consumir un gramo de cocaína.

Ambos explicaron que la víctima, Hugo, les vendió un gramo de cocaína y, tras hacer la transacción, aseguraron éste se fue de su casa y que no lo volvieron a ver. Uno de ellos también explicó que cuando se marchó, oyó cómo desde la calle la víctima hablaba con alguien que parecía que le estaba esperando.

Seguidamente, los acusados indicaron que consumieron el gramo de cocaína y se pusieron a jugar a la Play Station, hasta que al final se fueron a dormir. Al día siguiente, uno de ellos no fue a trabajar y se pasó el día en el piso de sus padres en El Perelló; y el otro se presentó en casa de su amigo —otro acusado— haciendo unas obras.

Este último tuvo que explicar ante el tribunal por qué pidió prestada una furgoneta al día siguiente de la muerte y tras utilizarla la limpió. Al respecto, comentó que le hacía falta para meter material de una obra, puesto que su coche estaba lleno de trastos.

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