Costura de altura

Un grupo de la Politécnica partirá al Everest para probar cómo responden las prendas deportivas a un clima extremo
Un sendero intrincado entre montañas y una puesta de sol que sabe diferente lejos de casa (2001).
Un sendero intrincado entre montañas y una puesta de sol que sabe diferente lejos de casa (2001).
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Un sendero intrincado entre montañas y una puesta de sol que sabe diferente lejos de casa (2001).
Es la segunda vez que una expedición de la Universidad Politécnica pretende alcanzar la cima más alta del planeta. En 2001 ya coronó los 8.848 metros de altitud del Everest y el 6 de abril repiten.

Sin embargo, en esta ocasión la expedición se enfrenta a un reto científico. Según explicó el investigador del área de I+D de la Politécnica David Rosa, «comprobaremos cómo responden las prendas deportivas a condiciones extremas ambientales o a los niveles de deshidratación o hipoxia (falta de oxígeno) que pueden afectar a los montañeros».

Un proyecto de gran interés para las empresas fabricantes de estas prendas, pues las condiciones que se van a dar en el Everest son imposibles de reproducir en un laboratorio.

Los cuatro alpinistas valencianos (Rosa, Verdeguer, Urtarán y Haya) llevarán también equipos desarrollados por el Instituto de Biomecánica como pulsómetros o pequeñas cápsulas que registran la humedad y temperatura.

Rosa aseguró que las condiciones de la montaña «son muy duras. Hace frío, caen aludes... Pero te regala momentos muy gratificantes».

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