El Juzgado de Instrucción número 8 de Granada, este viernes en funciones de guardia, ha decretado el ingreso en prisión comunicada y sin fianza para el hombre de 32 años que fue arrestado el pasado martes por la muerte a tiros de un padre y su hijo en la Plaza Rey Badis de la capital granadina, hechos por los que se le atribuyen inicialmente dos delitos de homicidio y uno de tenencia ilícita de armas, puesto que no tenía licencia para su uso.

El de Instrucción 8, que se inhibirá en los próximos días a favor de otro Juzgado que será el que se encargue de la instrucción del caso, le ha tomado declaración a lo largo de la mañana de este viernes, después de que pasara a disposición judicial a primera hora del día.

Por ahora sólo ha sido arrestado por este doble crimen este hombre, de nombre Israel y con antecedentes por amenazas, y se han realizado registros en su domicilio en busca del arma homicida, aunque aún no ha trascendido si ha aparecido, puesto que el juez ha decretado el secreto de sumario.

Los dos fallecidos, de 65 y 37 años, fueron enterrados este jueves en el Cementerio Municipal de San José.

Las familias implicadas viven en el mismo bloque de pisos y mantenían desavenencias desde hace tiempo, aunque en este caso el desencadenante de la pelea fue un televisor.

Los hechos ocurrieron sobre las 16,50 horas del martes frente al portal número 1 de la plaza Rey Badis de la capital, donde se estableció un dispositivo policial para evitar conflictos violentos así como para alteraciones de la escena del crimen.

Cuando los agentes y los servicios sanitarios llegaron al lugar de los hechos se encontraron con la víctima más joven ya cadáver, mientras que su padre falleció cuando era trasladado al hospital.

Según las primeras indagaciones, el primer disparo fue dirigido al hombre de 37 años cuando éste, tras discutir supuestamente con el detenido, bajaba las escaleras del edificio para salir a la calle. El padre salió al escuchar los gritos y recibió el otro impacto de bala.

Fuentes vecinales aseguran además que el presunto autor de los hechos culpó inicialmente de los disparos a su hijo de once años, aunque este extremo no está confirmado por la Policía Nacional.