Ecologistas en Acción de La Rioja ha pedido este jueves al Ayuntamiento de Logroño que realice "un pronunciamiento por el cierre de manera inmediata y definitiva la central nuclear de Santa María de Garoña", apoyando una moción que hoy mismo planteará el Grupo del POSE ante el pleno municipal.

Para Ecologistas en Acción, "es una irresponsabilidad mantener abierta una central vieja, construida antes de las enseñanzas de los principales accidentes nucleares -comenzó a funcionar en 1971, mucho antes de los sucesos de Chernóbil y Harrisbourg- y aquejada de problemas mal solucionados".

El colectivo recuerda que "la central nuclear de Santa María de Garoña, conocida como la central de las mil y una grietas, es en la actualidad la más vieja del parque nuclear español, con una potencia de 466 Mw (la mitad que el resto de centrales nucleares españolas) fue conectada a la red eléctrica el 2 de marzo de 1971, e inaugurada por Franco el 22 de septiembre del mismo año".

Incide en que "en 1982 el CSN y Nuclenor reconocieron la existencia de grietas en el reactor, un grave problema que habían mantenido oculto y que provoca fisuras y un estado de degradación intergranular bajo presión debido a las grandes presiones a la que están sometidas partes fundamentales para su funcionamiento y seguridad".

"Con una vida prevista de 25 años (tiene 40 en la actualidad) está sobradamente amortizada por la empresa propietaria Nuclenor (50% Iberdrola y 50% Endesa). Además del grave problema de sus grietas, Nuclenor ha aplazado dos exigencias del CSN a la central, como la renovación del cableado eléctrico y la mejora de la ventilación de emergencia en el edificio de contención, por lo que en la actualidad esta central nuclear está operando sin cumplir con las condiciones exigidas por el organismo regulador de la industria nuclear", añade.

A esta circunstancia suma que "debido a los problemas de refrigeración que sufre Garoña, el agua es devuelta al río Ebro 10ºC más caliente de lo permitido, incumpliendo las exigencias de la Confederación Hidrográfica del Ebro" y recalca que "también que Garoña es la central nuclear hermana de Fukusima 1".

Ecologistas en Acción afirma que "con la nueva prórroga hasta 2019 del Gobierno del PP, el millón y medio de personas que vivimos en el radio de 90 kilómetros de Garoña seguiremos sometidos a riesgos en la salud y el medio ambiente; por el incumplimiento y la connivencia con la central del anterior Gobierno, que anunció a bombo y platillo que la central estaría obligada a tomar las medidas necesarias para hacer irreversible su cierre en 2013".

"Nunca existieron tales medidas, puesto que la central solo se puede manipular en los periodos de recarga, que en el caso de Garoña suceden cada dos años. En definitiva, se trata de una energía muy sucia, peligrosa y cara, que debemos abandonar en pro de un mundo más sano, seguro y limpio", finaliza el colectivo.