La alcaldesa de Palamós, Teresa Ferrés, y el presidente de la Diputación de Girona, Jaume Torramadé, han reclamado en un acto conjunto que el puerto del municipio de la Costa Brava sea un punto de entrada y salida de pasajeros de fuera de la Unión Europea y se convierta en un punto Schengen.

Esta postura unitaria llega después de que el Senado rechazara la semana pasada una moción en la cual se pedía al Gobierno que convirtiera el Puerto de Palamós en un punto fronterizo Schengen, una decisión que el Senado condicionó a la elaboración de informes previos.

Para los dos representantes la decisión de aplicar esta calificación es de voluntad política y se justifica ante las dadas objetivas que representan los buenos resultados de las temporadas de los cruceros turísticos que han llegado a Palamós hasta el momento, según ha informado el Ayuntamiento en una nota de prensa.

El Puerto de Palamós cerró la temporada 2011 de cruceros turísticos con un total de 36 escalas y casi 39.000 pasajeros, convirtiéndose en el segundo puerto de Catalunya, por detrás del de Barcelona, en estancias de cruceros.

Ambos representantes políticos han mostrado su predisposición a participar en la elaboración o financiación de los informes necesarios que posibiliten la viabilidad del puesto de Palamós como espacio fronterizo Schengen.

En este sentido está previsto que se proponga en los respectivos plenos mociones en las que se pedirá al Gobierno la calificación Schengen; y es que Girona y Lugo son las únicas provincias del litoral español que no tienen ningún puerto de su provincia con dicha calificación.