La Agrupación Vallisoletana de Comercio (Avadeco) ha realizado una primera encuesta entre los comerciantes de la capital y ha detectado un descenso en las ventas durante el periodo de rebajas cercano al 7 por ciento.

Avadeco, en un comunicado recogido por Europa Press, ha hecho un "balance negativo" de esta temporada y considera que la ralentización de la actividad comercial "se acentúa".

Así, según la encuesta realizada, cuando aún falta una semana para finalizar las rebajas de invierno, la mayoría de los comerciantes (67 por ciento) consultados indican que sus ventas son inferiores al año anterior, mientras el 25 por ciento señalan que han repetido ventas.

Los comerciantes destacan que la incertidumbre económica, la caída del consumo y la disminución de la capacidad de compra de las familias han influido en este resultado.

Por su parte, la Agrupación señala que solo el frío se ha aliado con el comercio, ya que las bajas temperaturas del mes de febrero han permitido mantener el tipo en el sector de equipamiento de la persona, la venta de ropa de abrigo he mejorado el balance.

La percepción de los comerciantes indica una mayor agresividad en las prácticas comerciales, un porcentaje de descuento mayor y una disminución de los márgenes. Muchos comerciantes señalan que están cambiando el dinero, nadie querer tener stock en sus almacenes y por eso se intenta vender a cualquier precio. "En estos momentos muchos comercios se encuentran ante un problema de supervivencia", apunta Avadeco.

De esta forma, se aprecia que el consumidor está cambiando y según los comerciantes ahora solo busca precio, artículos de mayor utilidad y esperan a las rebajas.

Para el 70 por ciento de los comerciantes el mes de febrero está siendo mejor, en el mes de enero solo los primeros días de rebajas respondieron a las expectativas, sin embargo a partir del día 15 las cosas empeoraron "de forma radical".

Los comerciantes indican que en el escenario de incertidumbre actual es "imposible hablar de recuperación" y aunque están resistiendo ven cómo van cerrando comercios. "Solo la recuperación de la confianza, y la mejora del empleo contribuirían a cambiar la tendencia, en un sector donde existe una sobreoferta comercial", han señalado las mismas fuentes.

La venta media de los tiques ha disminuido, según señala un 80 por ciento de los comerciantes, que aprecian que se compran prendas de menor importe.

Demasiadas promociones

Los comerciantes de textil señalan que las promociones indiscriminadas están afectando al sector y reiteran que desde la Administración se deberían marcar unas pautas de comportamiento dentro de lo que establece la legislación, puesto que hay comercios que se pasan prácticamente todo el año con promociones.

Otra de las conclusiones que sacan los comerciantes es que las rebajas son demasiado largas y algunas cadenas han empezado en diciembre las promociones que aún continúan.

Otro dato de interés es la ausencia de reclamaciones, tanto los clientes como los propios comerciantes cada vez están mejor informados y esto favorece las relaciones comerciales.

Los comerciantes indican que los gastos a los que deben hacer frente aumentan Seguridad Social, Hacienda, IBI, gastos bancarios, alquileres, etcétera, mientras el consumo "está estancado".

En esta situación es difícil resistir aunque tampoco hay alternativas porque llevan "30 años con este negocio" y no saben "hacer otra cosa", indican algunos comerciantes.

Las empresas familiares con locales en propiedad están aguantando mejor la crisis y los cierres se producen en locales con rentas elevadas y con una carga de personal importante.

Con este panorama de incertidumbre se aborda una nueva campaña comercial que estará marcada por las consecuencias de la reforma laboral en el consumo de las familias y por las medidas que acompañen a los Presupuestos Generales de Estado para el ejercicio 2012, ha añadido Avadeco.