«El padre Pedro desapareció de un día para otro de la iglesia de Los Ramos»

«Mi hija llegó llorando y no quiso hacer su confirmación».
Es el testimonio de M.C., una vecina de Los Ramos, donde el padre Pedro ofició misa varios años hasta que «desapareció de la noche a la mañana», dejando rumores tras de sí. «Dejé de ir porque cuando estaba en misa sentía que pecaba», confiesa M.C. a 20 minutos.

Pero las opiniones están divididas en torno al cura, acusado por las feligresas de Sangonera por sus comentarios machistas y homófobos. El obispo Reig Pla lo defiende y lo compara con Jesucristo. Tomás López Martínez, un vecino de Lorquí, que ha escuchado misa en la parroquia de San Francisco en Caravacaz, donde también ofició hace tres años el padre Pedro, asegura que no le escuchó decir barbaridades del tipo: «Los gays son gente que no merece vivir». Él define al cura como «una persona de ley».

Lo mismo piensa Juan Pedro Cano, un fiel de la parroquia de Sangonera la Verde, que dice contar con 320 firmas de personas que, como él, defienden al presbítero: «Jamás ha faltado el respeto al colectivo homosexual, a cuyos miembros ha invitado en más de una ocasión a acercarse a la iglesia».

Tampoco, añade Juan Pedro Cano, ha denigrado a la mujer ni a los mayores y los que le acusan es porque no asisten a las celebraciones y sólo quieren «cargarse a este párroco» que les quita votos.

El padre Pedro insiste en que, con sus sermones, sólo defiende las doctrinas de la Iglesia.

Mostrar comentarios

Códigos Descuento