El consejero de Fomento y Medio Ambiente de la Junta de Castilla y León, Antonio Silván, ha reclamado este lunes en el Pleno de las Cortes al Gobierno central que "retome" las obras "paralizadas" y "no iniciadas" por el Ejecutivo socialista, al tiempo que ha garantizado que Castilla y León no renuncia "ni a un sólo objetivo" aunque comparte el "realismo y la responsabilidad" del Ministerio de Fomento.

Silván ha respondido de este modo a una pregunta planteada por la procuradora socialista Ana María Muñoz de la Peña, quien ha pedido a Silván una evaluación del anuncio de la ministra de Fomento, Ana Pastor, de elaborar un nuevo Plan de Infraestructuras, Transportes y Vivienda 2012-14.

Así, para el consejero el Plan de Pastor es "positivo", una valoración que contrasta con la opinión de la procuradora socialista, quien consideró que este anuncio forma parte de la "estrategia de recortes y paralización" del Gobierno a través de un "popurrí" de obras que, a su juicio, parte de un "corta-pega" del PEIT del expresidente José Luis Rodríguez Zapatero.

Para Muñoz de la Peña mezclar infraestructuras y transportes con vivienda y arquitectura demuestra la "poca" importancia que la materia tiene para el Ejecutivo de Rajoy. "Lo siento por los ciudadanos de Castilla y León que tendrán serias dificultades en la adquisición de vivienda pública", ha señalado, al tiempo que ha lamentado el anuncio sobre el "replanteamiento" de la vialidad del ferrocarril, ya que, como ha advertido, para el PP "replantear" se sinónimo de "recortar, anular o hipotecar el futuro".

"El nuevo plan estrategia de paralización de no invertir y no hacer obra pública en la comunidad", ha concluido.

Por su parte, Silván ha lamentado que el PSOE se dedique ahora a criticar un plan que "no existe" y ha aclarado su defensa de llevar a cabo este plan desde el "realismo y la responsabilidad" tras haber encontrado en el ministerio "un agujero de 40.000 millones de euros".

"Sensibilidad, responsabilidad, coherencia y sentido común", ha reclamado el consejero de Fomento y Medio Ambiente, quien ha defendido que el Ministerio ha adaptado la "velocidad" a las "condiciones de la carretera".