El 32% de los andaluces no asiste al trabajo a causa del dolor leve o moderado, según un estudio de Zambon

El 32 por ciento de los andaluces no asiste al trabajo a causa del dolor leve o moderado, según un estudio de la farmacéutica Zambon sobre la tolerancia al dolor leve y moderado en España, donde se apunta que un 54 por ciento de los andaluces padece dolores de cabeza y señalan como la causa más común el estrés diario, seguido de los problemas familiares.

El 32 por ciento de los andaluces no asiste al trabajo a causa del dolor leve o moderado, según un estudio de la farmacéutica Zambon sobre la tolerancia al dolor leve y moderado en España, donde se apunta que un 54 por ciento de los andaluces padece dolores de cabeza y señalan como la causa más común el estrés diario, seguido de los problemas familiares.

En una nota, el Estudio Epidemiológico sobre la Tolerancia al Dolor apunta que "los andaluces son los españoles que más utilizan el dolor como excusa, 23 por ciento, seguidos de los vascos, que lo hacen en un 20". No asistir a una cita o evitar una comida familiar son las situaciones más comunes que utilizan como pretexto.

A nivel nacional, se precisa que el 76 por ciento de la población ha sufrido algún tipo de dolor leve y moderado en los últimos seis meses, especialmente dolor muscular y lumbar, que afecta a un 60 por ciento, y dolor de cabeza, que padece el 48 por ciento.

En Andalucía, el dolor leve o moderado más frecuente es el dolor muscular o lumbar, que afecta a un 64 por ciento de sus habitantes, seguido del dolor de cabeza, que se da en un 54 por ciento de los casos. A nivel nacional son los madrileños los que padecen más dolores de cabeza y los gallegos los que más sufren dolores musculares y lumbares.

Una consecuencia de padecer dolor es el absentismo laboral o escolar que provoca, que en el caso de la comunidad autónoma andaluza se da en un 32 por ciento de los casos y supone la tasa más elevada de España, seguida de Cataluña y Madrid. Las comunidades menos afectadas son Galicia y el País Vasco, donde el índice de absentismo laboral se sitúa por debajo del 18 por ciento.

Otras consecuencias del dolor en Andalucía son la mayor dificultad para llevar a cabo actividades diarias, que se da en un 60 por ciento y los cambios de humor, que se producen en un 56 por ciento.

Los tratamientos con analgésicos son los grandes aliados para aliviar el dolor leve y moderado, especialmente el ibuprofeno, utilizado por uno de cada dos andaluces, seguido del paracetamol y el metamizol.

Un 45 por ciento de la población andaluza solicita su tratamiento para el dolor en la farmacia por principio activo, frente a un 38 por ciento que lo hace por marca y un 17 por ciento que pide directamente lo recetado por el médico.

"el dolor como excusa"

El estudio apunta que la percepción de tolerancia al dolor varía mucho según regiones españolas, siendo los catalanes y los vascos los que se perciben a sí mismos como más resistentes al dolor. La comunidad andaluza se encuentra en tercer lugar, con un 76 por ciento de la población que considera que tiene alta tolerancia al dolor.

Al margen de la intensidad del dolor y el umbral de tolerancia, el 20 por ciento de los encuestados "reconoce que utiliza el dolor como excusa", siendo los andaluces, con un 23 por ciento, "los españoles que más usan el dolor como pretexto, seguidos de los vascos, 20 por ciento y de los madrileños, 19 por ciento, mientras que los que menos lo utilizan como recurso son los gallegos, con un 17 por ciento".

En este sentido, las situaciones más utilizadas por los andaluces son "no asistir a una cita", con un 50 por ciento; "no asistir a una comida familiar", con un 32 por ciento; seguido de "mantener relaciones sexuales o hacer un examen".

Por otro lado, el informe apunta que el principal dolor de cabeza para los andaluces viene causado por el estrés, de forma que "el 55 por ciento de los andaluces afirma que el 'dolor de cabeza' más importante se lo provoca el estrés, seguido de los problemas familiares con un 53 por ciento. La crisis económica y los pagos y facturas son otros de los principales "dolores de cabeza".

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