Trabajar más por menos dinero. Así de claro se ha mostrado el director del Instituto de Medicina Legal de Murcia, Rafael Bañón, al ser preguntado si la crisis, de alguna manera, ha podido afectar al trabajo que desempeña. No obstante, incide en que los funcionarios "somos unos privilegiados con la que está cayendo" y, por tanto, asegura que procurará apretarse el cinturón, como el conjunto de españoles, "y seguir haciendo nuestro trabajo lo mejor" que se pueda.

En este sentido, Bañón, en una entrevista concedida a Europa Press, ha detectado un pequeño repunte en la carga de trabajo que se justifica debido a que como consecuencia de la crisis, la litigiosidad ha crecido en algunos casos, como puede ser "que se tengan más reconocimientos de lesionados de tráfico al haber un mayor número de asuntos en los que se reclama una indemnización, o de compañías de seguros".

Desde el punto de vista cuantitativo, no detecta un aumento de la conflictividad que genera la actividad pericial forense, ya que "no hay más homicidios ni más agresiones, pero sí accidentes de tráfico y reclamaciones no solo por eso, sino también por caídas en centros comerciales o en la calle".

En cierto modo, Bañón considera que la crisis puede repercutir. En 2010 lo hizo con un aumento del 10 por ciento, en cifras absolutas, en cuanto al número de reconocimientos e informes emitidos y aunque las cifras con respecto al pasado año no están procesadas, asegura tener una sensación intuitiva, ya que las consultas están repletas, de que las cifras "seguirán creciendo en un porcentaje similar".

Ratio habitante/

Médico forense "aceptable"

Nombrado en diciembre de 2009, Bañón, que atesora casi 30 años de experiencia, ha reconocido, en este sentido, que los recortes que ha ejecutado el Gobierno de la nación le obligan a administrar los recursos con que cuenta el instituto "con más rigor".

No obstante, el director del IML de Murcia ha puntualizado que "no se ha tenido que dejar de hacer ninguna prueba que teníamos que hacer porque la crisis haya afectado".

Servicio de 24 horas al día, en Navidad, agosto e incluso el Día de Reyes, ha subrayado a Europa Press que el problema estriba en "tratar de asegurar el servicio con una calidad suficiente durante estos días festivos, domingos y por las tardes".

Tras recordar que cuando se incorporó a Murcia había una carga "muy grande" de trabajo por la ratio de habitante/médico forense y que el Ministerio, entonces, incorporó dos forenses más a la plantilla y se está pendiente actualmente de contratar a un auxiliar más, ha indicado que le gustaría estar al mismo nivel, o incluso por encima, de la media nacional para dar "mejor servicio".

El nivel, a su juicio, de ratio habitante/médico forense es "aceptable" y la calidad que se ofrece, "la adecuada". Sin embargo, la crisis, de una u otra manera, se ha hecho notar si no en medios humanos, sí en alguna cuestión material concreta, ya que por ejemplo se ha solicitado desde Murcia la adquisición de un escáner para poder hacer estudios digitales de los cadáveres y debido a la crisis, "probablemente a corto plazo no se pueda adquirir".

En cuanto a medios humanos se refiere, aunque reconoce que están proporcionados, opina que "habría que dimensionar mejor la plantilla, desde el punto de vista que harían falta más facultativos de otras áreas, como psicólogos o trabajadores sociales".

A renglón seguido, ha resaltado la necesidad de que la formación de los médicos forenses sea homologable a la del resto de especialidades, es decir, que se haga por un sistema similar al MIR o que tenga el mismo acceso o diferente, pero que en cualquier caso sea de residencia con cuatro o cinco años de duración, realizándose en institutos de medicina legal.

En esta misma línea, Bañón ha señalado que el construir una nueva fase de la Ciudad de la Justicia "nos obliga a crear una infraestructura en el propio juzgado de guardia o en la II fase de la Ciudad de la Justicia, por replantear la ubicación del edificio que tenemos ahora y hacer uno nuevo cerca del Palacio de Justicia".

Por contra, manifiesta que "ahora mismo no es un planteamiento que se pueda hacer hasta que no se sepa, a largo plazo, cuál es el futuro de la Administración de Justicia en la Región".

En este punto, ha dicho que aunque las transferencias de Justicia "tienen poca influencia" en el trabajo diario, ha repercutido en un retraso en algunos convenios que ya estaban en marcha, aunque asegura que se continuará negociando los mismos para la formación de médicos forenses o con la Dirección de Protección Civil para accidentes con múltiples víctimas.

Avance "espectacular" en la ciencia forense

En otro orden de cosas, Bañón ha resaltado el avance "espectacular" que ha experimentado la ciencia forense en los últimos años, en particular en el campo de la criminalística y en la biología molecular y genética, que ha proporcionado un arma de diagnóstico "imprescindible".

"Hace 30 años, realizar un diagnóstico de una agresión sexual muchas veces se reducía a un ejercicio de confianza en la declaración de la víctima pero ahora hay pruebas objetivas de que se ha producido y da tranquilidad a la hora de emitir diagnósticos que no teníamos antes", ha señalado.

El campo de la toxicología también ha experimentando grandes avances, ya que ahora se pueden detectar cifras muy bajas de algunas sustancias que con anterioridad podían incluso pasar desapercibidas.

Al hilo, Bañón ha negado el hecho de que pueda existir el crimen perfecto, aludiendo, en ese caso, a la existencia de "investigaciones incompletas, porque cualquier crimen ahora mismo, con la potencia de investigación de los indicios biológicos con los que dispone el laboratorio, si se hace una adecuada recogida de indicios, una adecuada investigación, el crimen perfecto no debería existir". "Hay crímenes que se quedan sin investigar pero eso no quiere decir que sean perfectos", ha insistido.

Informes forenses,

En tela de juicio

Preguntado sobre si cree que cada vez más se estén poniendo en tela de juicio los informes de los forenses, Bañón ha reconocido este extremo, derivado de lo que denomina el efecto CSI. Y es que, ha puntualizado, "hay más contrapericias y los informes se miran con más detenimiento y se critican".

Lo que no duda en afirmar que es un efecto positivo, ya que "obliga a trabajar con mayor rigor y revisar los procedimientos". "No basta con que se informe una determinada opinión pericial, sino que además se tiene que sustentar en una argumentación sólida".

Bañón también ha querido enfatizar, con respecto al número de homicidios, que "vivimos en una sociedad realmente poco violenta", con cifras bajas. "Un homicidio al mes en una región con 1,6 millones de habitantes es una cifra realmente baja, pero eso no quita para que algunos de ellos sean truculentos", recordando al joven que le cortó la cabeza a su madre en Santomera y la paseó por el pueblo.