Con respaldo recto, inclinado o sin él, de diseño puntero o un vestigio del pasado, sillas individuales o repisas macizas para múltiples personas... Todos estos tipos de banco conviven en Barcelona, una ciudad en la que se instalan entre 20 y 30 modelos de sillas en función de su resistencia, estética y coste. Con todo, los ciudadanos tienden a pedir más bancos y más cómodos.

En la calle Cantabria, en Sant Martí, todavía quedan bancos de cemento, y los vecinos aseguran que datan de cuando se creó el barrio, hace ya 50 años. No tienen respaldo y los ancianos se quejan porque "son fríos e incómodos". Así lo indicó aeste martes Francisco Gimeno, vecino del barrio, y aprovechó para solicitar más bancos en una zona muy poblada por gente mayor.

Gonzalo Pérez pedía que los habituales bancos de listones de madera sean "más altos porque, si no, los que tenemos una edad no podemos levantarnos". Ahora, se están renovando. De hecho, el "banco romántico" se está "descartando progresivamente", según indicaron fuentes municipales, precisamente por su altura.

Para Rosa Costa, otra vecina, los bancos de madera son los más cómodos. De hecho, son los que más se implantan en las calles y los parques, aunque últimamente se ha optado por colocar sillas individuales. "Son cómodas, pero el que la engancha no la deja", comentaba Maravilla Terrones, partidaria de conservar los asientos de obra antiguos y de colocar bancos a lo largo de la Rambla.

Dinos... ¿Dónde hacen falta más bancos y si son cómodos?