La furgoneta accidentada en la carretera N-II de Figueres (Girona) este domingo con un balance de cinco muertos hacía de transporte de pasajeros a Rumanía y ya había realizado varias paradas antes de que tuviera lugar el choque frontal, según han informado a Europa Press fuentes cercanas al caso.

Los Mossos d'Esquadra están investigando las circunstancias de lo ocurrido y si el conductor de la furgoneta, a quien no han podido interrogar porque sigue en el hospital, tiene todos los permisos en regla o si por el contrario se trataba de un transporte ilegal.

Entre los ocho ocupantes del vehículo, cuyas identidades no han trascendido, había personas que se conocían y otras personas que no, y su destino final era Rumanía.

En la identificación de los cadáveres está colaborando el Consulado de Rumanía, a quien se le ha mantenido informado del caso, y para ello se ha utilizado la documentación hallada en el lugar del accidente, interrelacionándola con las personas afectadas.

Según la investigación, el accidente se produjo porque la furgoneta invadió el carril izquierdo de esta carretera, de doble sentido y dos carriles, para realizar un adelantamiento, pero por motivos que se desconocen no regresó a su carril de la manera adecuada.

Una de las hipótesis de por qué continuó circulando por el carril contrario es que el conductor creyera que se trataba de una carretera de dos carriles, tipo autovía.

Tres siguen hospitalizados

Como consecuencia del accidente murieron tres hombres y dos mujeres que viajaban en la furgoneta, y resultaron heridas cuatro personas, entre ellas el camionero, que iba solo y que fue dado de alta del Hospital de Figueres este lunes.

Tres heridos continúan hospitalizados: uno que quedó más grave está ingresado en planta con pronóstico reservado en el Hospital Josep Trueta de Girona, y otros dos —un hombre de 37 años y una mujer de 51— siguen en el Hospital Comarcal de Figueres también con pronóstico reservado.

El accidente ocurrió sobre las 22.45 horas del domingo cuando chocaron frontalmente un camión con matrícula española, en el que solo viajaba el camionero, y una furgoneta de matrícula rumana, con ocho ocupantes.

Todos son de nacionalidad rumana y tienen entre 37 y 60 años, mientras que el camionero es de nacionalidad española y ha dado negativo a la prueba de alcoholemia.