Las dos pequeñas nacieron el 2 de agosto de 2005 en Los Ángeles, donde sus padres Sonia Fierros, de 23 años, y Federico Salinas, de 36, procedentes de Juárez (México), se encontraban de visita.

Las gemelas compartían parte de las costillas, el hígado, los intestinos, los genitales, el aparato urinario y la pelvis. Los órganos se repartieron entre ambas, aunque Regina (la más pequeña) sobrevivirá sin intestino grueso y con un solo riñón.

Aunque en la actualidad ambas gozan de buena salud y hasta se ayudaban con el biberón, los médicos subrayaron la aparente fragilidad de una de las niñas, Regina, aunque ambas comen lo mismo. «Todo ha estado saliendo de manera impecable, como uno podía imaginar», declararon tras la operación.

Primera noche separadas

Anoche, Regina y Renata pasaron sus primeros momentos separadas, cuando una de ellas fue llevada a otro cuarto para que los cirujanos plásticos comenzaran con la reconstrucción de su cuerpo. Para ellas también comenzaba su nueva vida.

No tendrán secuelas emocionales

Uno de cada 100.000: Como media, uno de cada 100.000 nacimientos en el mundo es de siameses y las operaciones de separación siempre son arriesgadas, incluso después de la intervención, por el peligro de infecciones.

Caso poco frecuente: El caso de las mellizas mexicanas, que compartían parte de las costillas y sus hígados, intestinos, genitales, aparato urinario y pelvis, sólo se produce en uno de cada dos millones de nacimientos.

La edad orgánica idónea...: Los médicos han esperado a que las niñas cumplieran diez meses de vida para intervenirlas, una edad en la que tejidos y huesos son a la vez firmes y maleables, además de tener un tamaño razonable que facilite su manipulación.

... y también la psicológica: En estos casos es preferible su separación antes de que cumplan el primer año de vida para evitar las secuelas emocionales una vez que las niñas tengan más conciencia de su identidad.