El alcalde de Sevilla, Juan Ignacio Zoido, ha defendido este viernes que la reforma laboral proyectada por el Gobierno central pretende "coger el toro por los cuernos" pero que en ella "no hay vencedores ni vencidos" sino que es "realista" y propiciará la contratación de un mayor número de personas.

En una entrevista en Los Desayunos de Televisión Española, recogida por Europa Press, el también presidente de la Femp, ha defendido que se necesita "seguridad jurídica" para el mercado laboral y ha abogado porque "no se despida a nadie" sino que se favorezca la contratación y se establezca una relación de "más confianza" entre empresarios y empleados.

Zoido ha dicho que todos los planes del anterior gobierno en este sentido han ido "fracasando" por lo que ahora se trata de "entre todos, ir generando empleo" y, para ello, es necesario "garantizar seguir jurídica" y que "la economía empiece a moverse". "Estoy totalmente de acuerdo con ella", ha añadido.

El regidor sevillano también se ha referido a las supuestas "mentiras" del anterior Ejecutivo en torno a las cifras de déficit y ha dicho que él conoce esa situación pues cuando llegó al Ayuntamiento de Sevilla también se encontró con "el doble" de la deuda reconocida.

Por otro lado, ha negado que el Gobierno esté esperando a anunciar las medidas más restrictivas a que pasen las elecciones autonómicas del 22 de marzo. "Es totalmente falso y una equivocación", ha afirmado Zoido, que ha subrayado que los Presupuestos Generales del Estado (PGE) tardan en elaborarse unos seis meses, mientras que el Gobierno 'popular' los va a hacer en "tres meses y medio".

Medidas para entidades locales

Por otro lado, el alcalde se ha referido a la necesidad de reformar la financiación de las entidades locales, que quedó "pendiente" con el anterior Ejecutivo y ha defendido la sensibilidad que "desde el primer momento" ha mostrado el Ejecutivo de Mariano Rajoy con los Ayuntamientos.

Así, ha recordado las medidas para dar liquidez a los consistorios y que éstos puedan pagar a proveedores, la subida excepcional y durante dos años del IBI, el aplazamiento de las cantidades recibidas a cuenta 2008 y 2009, o el anticipo sobre 2010, además de los créditos del ICO.