Asaja-A insta a los europarlamentarios a votar en contra de la renovación del acuerdo agrícola con Marruecos

La organización agraria Asaja en Andalucía ha instado este miércoles a los europarlamentarios a votar en contra de la renovación del acuerdo agrícola entre la Unión Europea (UE) y Marruecos.

La organización agraria Asaja en Andalucía ha instado este miércoles a los europarlamentarios a votar en contra de la renovación del acuerdo agrícola entre la Unión Europea (UE) y Marruecos.

Según ha explicado en una nota, la votación definitiva sobre este acuerdo se celebrará este jueves en el Parlamento Europeo y es "sólo el último paso de un largo proceso de más de tres años" en el que se ha trabajado "denodadamente" para transmitir el "error" que supone que se renueve y se amplíe, con un "claro perjuicio" para los agricultores y los consumidores europeos y con unos beneficios "francamente dudosos para la población de Marruecos".

Sin embargo, tal y como afirma el presidente de Asaja-Andalucía, Ricardo Serra, "en este largo proceso hemos echado en falta muchos apoyos, en particular los de la propia Administración española, cuya anterior titular de Agricultura, Rosa Aguilar, votó incluso a favor del Acuerdo en el Consejo de Ministros del ramo de la UE, y los del PSOE y sus eurodiputados, que aceptaron que su propio grupo europeo presentara enmiendas a favor del Acuerdo en la Comisión de Agricultura del Parlamento que finalmente no prosperaron por el rechazo del resto de grupos de esta Comisión".

Asimismo, ha dicho echar en falta los estudios de impacto de la Comisión Europea y especialmente, aclara Serra, los del Ministerio de Agricultura y de la Consejería de Agricultura de Andalucía, "la región más perjudicada por este Acuerdo", ya que ha recordado que "si finalmente se ratifica, el sector agrario en España dejará de ingresar 2.240 millones de euros al año, y el 50 por ciento de estas pérdidas las soportará la agricultura andaluza".

Pese a todo, Asaja-Andalucía ha dicho "congratularse" de que en España se sumen ahora tantas voces al rechazo, sin embargo, "para que mañana no se apruebe el acuerdo harán falta algo más que voces, será necesario que las gestiones que han hecho los responsables políticos y los europarlamentarios del PP y del PSOE entre sus colegas de bancada fructifiquen e impidan que de nuevo se utilice a la agricultura como moneda de cambio, propiciando un nuevo atropello a un sector que atraviesa la más profunda de todas sus crisis".

Asaja ha querido recordar "tan sólo diez de las razones" que pueden esgrimir los eurodiputados españoles ante sus colegas europeos para oponerse a este acuerdo "letal" para la agricultura española, y ha apuntado, en primer lugar, el "incumplimiento sistemático" de los acuerdos anteriores y la "pasividad" de la Comisión.

Esta denuncia planteada en "innumerables" ocasiones ha sido corroborada por la la Oficina de Lucha Contra el Fraude (OLAF) que confirmó el fraude en su investigación número OF/2004/0105 relativa a 'Posibles irregularidades en la importación en Francia de tomates de Marruecos'. La falta de control se hace extensiva incluso a las fronteras de España, donde se ha constatado que Marruecos "no sólo no cumple con lo contingentado sino que además introduce producto por debajo del precio mínimo establecido".

En segundo lugar ha destacado el "hundimiento" de las exportaciones españolas y la sustitución de la producción, provocado por el envío "indiscriminado" de producto marroquí. "El cumplimiento exhaustivo del nuevo acuerdo no modificaría la situación actual, porque de facto, ya se están exportando cifras muy superiores a las permitidas actualmente. Es sin lugar a dudas una consecuencia real y directa de la falta de controles", ha subrayado.

También ha resaltado el empleo de fitosanitarios prohibidos en la UE, asunto en el que reclaman reciprocidad también en lo que respecta a la importación a la UE de productos agrícolas alejados de los criterios de producción europeos. "No puede permitirse la entrada de productos en los que se han empleado fitosanitarios prohibidos en la UE pero aceptados en Marruecos. La falta de criterios comunes en lo que respecta al cumplimiento de condiciones y límites de residuos de productos fitosanitarios también supone un 'handicap' para el sector productor europeo y español", ha apostillado.

La organización agraria ha señalado además la competencia provocada por la propia Comisión Europea. Al respecto ha indicado que la Unión Europea a través del programa de cooperación con Marruecos para el periodo 2011-2013 se ha comprometido a aportar al país magrebí más de 565 millones de euros en tres años. A estas cifras, según Asaja-A, hay que sumar lo que la UE ya concedió en los últimos diez años a Marruecos, que suma 1.330 millones de euros en fondos de desarrollo. En 2010 la UE aprobó 70 millones de euros para el sector agrícola, específicamente para desarrollar el 'Plan Verde'.

Asaja-A también detalla que los acuerdos comerciales con terceros países deben estar adaptados a los costes de producción reales de las hortalizas europeas. "Exigimos la adaptación de los precios de entrada a los costes de producción europeos, sólo así se puede evitar la actual situación de competencia desleal a la que los agricultores de frutas y hortalizas no pueden hacer frente", ha reclamado.

En secto lugar, señala que los beneficios sociales sobre la población marroquí son "más que dudosos", ya que el capital y la producción agrícola marroquí está "en manos de grandes grupos con capital europeo y de la oligarquía marroquí". En concreto, ha detallado que dos grandes empresas franco-marroquíes —Azura y Soprofel— y una de capital marroquí, Dominios Agrícolas, propiedad de la familia real alaui, controlan el 90 por ciento de la producción.

Asaja también ha apuntado que este acuerdo no establece cláusulas que obliguen a respetar los derechos laborales o sociales, cuando "en Marruecos se paga la hora de trabajo a 0,60 euros, pero los trabajadores no están sujetos a ningún tipo de convenio". Asaja reclama la inclusión de cláusulas estrictas y basadas en la realidad sobre las condiciones laborales, sociales de los países con los que se firman acuerdos comerciales.

Asimismo ha destacado la incidencia sobre el empleo agrario en España, donde peligran más de 400.000 empleos directos e indirectos. En noveno lugar, resalta que "no existen estudios de carácter previo sobre el impacto en las producciones agrícolas europeas". En este sentido critica que este nuevo acuerdo se ha hecho "a espaldas del sector, sin haber realizado ningún estudio serio y profundo sobre las repercusiones en el mercado europeo de frutas y hortalizas, y sobre todo no establece ningún tipo de medida de compensación o de incentivo a la mayor competitividad de las explotaciones hortofrutícolas afectadas".

Por último, Asaja-A destaca que este acuerdo perjudica un "elevadísimo" número de producciones, puesto que se abre la puerta a nuevos "incumplimientos" al incrementar la entrada a Europa de productos que hasta ahora contaban con 'protección', dado que el texto del nuevo acuerdo supone una liberalización encubierta, puesto que se liberalizan todos los productos agroalimentarios a excepción de siete —tomate, pepino, fresa, clementina, ajo calabacín y azúcar—, los únicos que en el acuerdo se consideran "sensibles y que pese a ello no se protegen, pues se amplían los contingentes y las fechas en las que se permite su importación, que viene a coincidir con las fechas de recolección de las producciones españolas".

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