Caja Mediterráneo (CAM) se expandió a toda España a base de dar créditos sin control. Para simular que sabía el riesgo que corría, recurría continuamente a consultores externos a los que llegó a pagar 20,5 millones de euros. «Habitualmente» no les hacía caso ni ponía en práctica las recomendaciones que le hacían porque los usaba como «mera apariencia de sistemas de control». Lo dice el Banco de España en el informe demoledor con que abre expediente disciplinario por mala gestión a 48 directivos de la caja.

Murcianos en la lista

En la lista negra, en el número dos aparece Ángel Martínez Martínez, al que el Banco de España ha abierto expediente disciplinario por su gestión como vicepresidente primero de CAM entre el 2 de febrero de 2007 y el 22 de julio de 2011.

También está, en el puesto 18, José García Gómez, vocal del consejo entre el 2 de febrero de 2004 y el 2 de febrero de 2010 y actual presidente de la Agrupación de Conserveros de Murcia.

En el puesto 23, Juan Bernal, por sus cuatro meses en la caja alicantina (del 2 de febrero de 2010 al 24 de junio de 2010). Bernal fue nombrado el pasado lunes vicepresidente económico de Murcia.

También aparecen en la lista de expedientados los profesores Joaquín Marín Rives e Isabel Cambronero Casanova, los empresarios Juan Pacheco Carrillo y Juan Ramón Avilés Olmos y Juan Hernández Olivares, que en las pasadas elecciones municipales iba en las listas del Ayuntamiento de Murcia.

Ocultó financiación

El murciano Ramón Avilés, presidente de la Comisión de Control de CAM por entonces, cobró en 2009 en concepto de dietas 121.981 a. En 2010 fueron 80.000 y en 2011, 40.000. Según el Banco de España, estas retribuciones se cobraban utilizando las empresas participadas por la CAM (Gesfinmed, Incomed, Tenedora de Inversiones y Participaciones y Tinser) y eran muy superiores a las dietas que les pagó CAM en esos años (5.229 a en 2009; 6.401 en 2010 y 3.336 en 2011).

Para el Banco de España, las dietas de 121.000, 80.000 y 40.000 a anuales de Avilés «no están vinculadas a asistencias y fueron aprobadas por el Consejo de Administración de CAM, pero nunca por la Asamblea General».

Avilés, añade el Banco de España, ocultó financiación recibida de CAM, utilizando a su hermana como testaferro en la compra de la empresa Vereda Sucina S. L.