La junta directiva de la asociación Pro Banco Valencia ha criticado el aumento en un 7,5 por ciento de la remuneración de la alta dirección de la entidad en 2011, dado que estas nueve personas pasaron de percibir 2.321 millones de euros en 2010 a un total de 2.495 millones durante el pasado ejercicio.

En un comunicado, han cuestionado ese incremento por considerar que en una empresa con pérdidas como Banco de Valencia "no se deben de incrementar las retribuciones de los empleados, y menos aún las de la dirección, ya que son los responsables de la gestión de la entidad y además, deberían de dar ejemplo al resto de profesionales".

Según las mismas fuentes, los miembros del consejo de administración recibieron remuneraciones por valor de 1.452 millones de euros en 2010, entre dietas y atenciones estatuarias, y de 1.391 millones en 2011, lo que supone una disminución del 4,2 por ciento.

La junta directiva de Pro Banco Valencia ha analizado los balances y las cuentas de resultados a 30 septiembre, recientemente publicadas por la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), que reflejan una evolución positiva del negocio bancario dado el entorno actual y la situación del sector financiero, aunque contablemente arrojan un resultado negativo, derivado de las extraordinariamente elevadas provisiones realizadas por los actuales administradores.

En concreto, señala que el resultado antes de impuestos es de -1.265 millones de euros y se compone de 96 millones de beneficio por la actividad ordinaria y unas pérdidas de 1.360 millones de euros por las provisiones extraordinarias, no comparables con las que está realizando el resto del sector.

Además, se registra contablemente un crédito fiscal por importe de 363 millones de euros, derivado de las pérdidas generadas en el periodo, por entender los administradores que éstas "podrán ser compensadas por beneficios futuros".

Según las mismas fuentes, de ese modo resulta un beneficio después de impuestos por importe de -901,2 millones de euros, de los cuales 876,4 millones son atribuibles a la sociedad dominante.

A juicio de Pro Banco de Valencia, "es de suponer que los interventores del FROB han dotado todas las provisiones que han considerado aplicables con criterios estrictos de interpretación de las circulares del Banco de España" y que, por lo tanto, "en toda lógica y a la vista de los resultados ordinarios, los resultados del final de ejercicio no deberían registrar mayores pérdidas".

A nivel de balance, la inversión crediticia alcanza 19.586 millones a 30 de septiembre, frente los 20.315 millones en los seis primeros meses de 2011. Por su parte, los depósitos de los clientes alcanzan en septiembre 13.118 millones de euros, lo que supone un incremento del 0,8 por ciento respecto al primer semestre de 2011.

La incorporación de ese resultado al balance del grupo deja establecidos los recursos propios de la entidad en 410 millones de euros, unos resultados que "no integran ninguna plusvalía latente, ni de cartera de participadas ni de inmuebles" ni su fondo de comercio.

Al respecto, indican que "dado que el negocio ordinario arroja resultados positivos, dicho fondo de comercio tiene un valor real a tener en cuenta en futuras valoraciones del banco".

Además apuntan que, por aplicación del nuevo real decreto ley 2/2012 de saneamiento del sector financiero, los administradores del FROB estiman unas mayores provisiones por importe de 863 millones y un colchón de recursos propios adicional de 428 millones y argumentan que esas provisiones adicionales "deberán registrarse en uno o dos ejercicios dependiendo de si el banco se integra en otra entidad".