China impone límites a la emisión de series televisivas extranjeras

  • Las series foráneas no podrán emitirse en horario de máxima audiencia ni se podrán programar series que tengan más de 50 capítulos en total.
  • El Gobierno chino quiere que los canales nacionales no dependan de programación extranjera "de un determinado país o región".
Un chino pasa frente a un panel de televisores.
Un chino pasa frente a un panel de televisores.
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Un chino pasa frente a un panel de televisores.

Las autoridades reguladoras del sector audiovisual de China anunciaron este martes nuevos límites a las series televisivas foráneas en los canales del país asiático, incluyendo la prohibición de que sean emitidas en horarios de máxima audiencia.

Según anunció en una circular la Administración Estatal de Radio Cine y Televisión, no se podrán importar series de más de 50 episodios, y no deberán emitirse entre las 19.00 y 22.00 horas, el horario más popular entre los espectadores chinos.

Además, el tiempo que un canal dedique a este tipo de series -muy populares ya entre los chinos, aunque éstos suelen acudir a los DVD o a Internet para su visionado- no podrá superar un tercio del tiempo empleado a la emisión de telenovelas.

También se establece un tiempo máximo de tres minutos para los espacios de promoción de las series extranjeras.

Estas medidas se han tomado, señala la administración, para "evitar situaciones en las que determinados canales nacionales dependen excesivamente de la programación de un determinado país o región".

Distribuidoras o productoras de países como Estados Unidos o Corea del Sur podrían verse afectadas por estas medidas, debido a la popularidad de sus series -especialmente en el caso surcoreano- entre el público chino, que también conoce muchas telenovelas suramericanas emitidas en sus canales.

China tiene, por otro lado, una ingente producción de teleseries, muchas de ellas ambientadas en periodos históricos de la China imperial, y también populares entre los telespectadores.

Las nuevas normas se producen en el momento en el que el régimen comunista ha lanzado una campaña para promocionar la cultura nacional, y que implica, en palabras del propio presidente chino, Hu Jintao, luchar contra una excesiva "occidentalización" del entorno cultural nacional.

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