La Sala del Agua del Museo de la Ciencia de Valladolid, la favorita del público por su carácter interactivo, ha renovado su imagen con la incorporación de nueve elementos nuevos que buscan despertar una reflexión sobre el cuidado del medio ambiente y la necesidad de tener hábitos sostenibles.

La Sala, de 400 metros cuadrados, incorpora cinco nuevos módulos —'¡Que viene la ola!', '¡Escucha, está en tu mano!', Planeta Agua, Maqueta Hombre Agua y Tubos de Luz y Agua— , dos paneles sobre la formación del arco iris y la memoria del agua y dos nuevas aplicaciones interactivas: una se proyecta, a modo de cascada, sobre el tornillo de Arquímedes para conocer la historia del agua en Valladolid y la segunda sobre la formación del suelo, los tejidos vegetales o los balnearios, entre otros.

A través de los nuevos elementos, los visitantes podrán saber el porcentaje del agua en el peso corporal, el ahorro que supone la ducha en vez del baño, el papel del viento sobre el oleaje, los 'palos del agua' que en Sudamérica recogen el sonido de la lluvia, los consumos medios o la distribución del agua en el planeta.

Las características del arco iris y la falta de memoria del agua y las proporciones del consumo actual en comparación con su papel en el metabolismo de los dinosaurios centran los ejes temáticos de los paneles mientras que las aplicaciones interactivas versan sobre el ciclo urbano del agua y su papel en la formación del suelo.

El director gerente de Aguas de Valladolid, Jesús García del Valle, ha ensalzado el carácter interactivo de una parte de los elementos de la sala y ha ahondado en el objetivo de sensibilización de la sala, que muestra por ejemplo cómo el agua de la cisterna es el mismo al que pueden acceder algunas personas en países como Sudán.

En este sentido, focalizó la importancia en la "paradoja" del agua, que ha pasado de ser un recurso "inagotable" a ser objeto de una gestión "respetuosa" en función de la demanda.

Por ello, trasladó la "reflexión" que la sala invita a hacer a propósito de la necesidad de tener hábitos sostenibles y ser "cuidadosos" con el medio ambiente.

La Sala del Agua, el módulo "favorito" del público, según la directora del Museo, Inés Rodríguez Hidalgo, ha recibido desde su creación, en el año 2003, más de 300.000 visitas y presenta en la actualidad un aspecto "remodelado y mejorado".