Carmen Posadas: "Cuando hombres y mujeres trabajamos juntos alcanzamos metas extraordinarias, no somos ni más ni menos"

La escritora uruguaya recoge este domingo en Zamarramala (Segovia) la aguja que le acredita como 'Matahombres de Oro'
Carmen Posadas
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La escritora Carmen Posadas (Montevideo, 1953) reconoce que el siglo XXI es de las mujeres, que ya en los tiempos de la caverna ellas empezaron a prepararse para la vida moderna, que requiere capacidad para hacer varias cosas a la vez y no focalizar la atención en un mamut, pero desecha esa "cosa feminista" de "nosotras somos las más guays y las más sensibles".

La autora de 'Pequeñas Infamias', Premio Planeta en 1998, cree que hombres y mujeres no son "ni más ni menos" y que alcanzan mejores resultados cuando van de la mano. "Somos diferentes y eso hace que cuando trabajamos juntos se puedan alcanzar metas extraordinarias", subraya.

Posadas, afincada desde hace años en España, recibirá este domingo en la fiesta de Santa Águeda de Zamarramala, en Segovia, la aguja que le distingue como 'Matahombres de Oro', que se concede anualmente a personas o entidades que contribuyan a realizar aportaciones para las féminas.

El Concejo de Aguederas ha basado el reconocimiento de este año en el talento y valentía en la escritura de la uruguaya, su prolífica trayectoria como autora de ensayos, novelas, guiones de cine y literatura infantil, y su ensalzamiento siempre de la mujer del siglo XXI.

Ella, ilusionada por participar en una tradición de ocho siglos, asegura a Europa Press que acudirá al festejo con toda su familia, incluidos sus dos nietos. Dice también que le resulta bonita la tradición, que en el pueblo manden ellas al menos una vez al año y la historia de cómo hombres y féminas colaboraron, cada uno con sus virtudes, a una causa común: la reconquista del Alcázar en el siglo XIII.

Sobre la reivindicación de la fiesta, la igualdad de sexos, admite que aún ellas tienen muchas batallas que ganar. "En el Tercer Mundo son muchísimas, las mujeres siguen igual que hace siglos, cuando pasó esto en Zamarramala. Y en el primero, aparte de en lo laboral, habría que hacer algo por la lacra de la violencia de género", apunta.

Posadas es consciente de que ellas necesitan doble de esfuerzo para conseguir lo que tienen ellos, ya que para aquéllas sigue siendo prioritaria la maternidad, su "techo de cristal", pero está convencida de que "el siglo XXI es de las mujeres" y que éstas están mejor adaptadas a los nuevos tiempos.

"Es darwinismo puro. Mientras lo más importante ha sido la fuerza, los hombres han dominado en el mundo; ahora, que no es necesaria la fuerza, son los atributos femeninos los que se requieren para la vida moderna. Nosotras sabemos hacer muchas cosas al mismo tiempo, es así desde la caverna, cuando ellas tenían que vigilar el fuego, hacer la comida, cuidar de los hijos y ellos tenían la atención focalizada y estaban todo el tiempo pensando en un mamut", relata.

"espera y verás"

En estos nuevos tiempos, incide no obstante en que hay que pelear, alejarse de la "autocomplacencia" y dejar de alegar que una no ha conseguido nada por su condición de mujer, o porque está sometida. "No, la primera que debe arrimar el hombro eres tú, los hombres no te van a dar nada gratis. Yo soy muy partidaria de decir qué puedo hacer para cambiar esta situación", añade.

Habla desde la experiencia, como escritora a la que, especialmente en sus comienzos, "le perdonaban la vida por ser mujer". Carmen Posadas, hoy reconocida una de las autoras latinoamericanas más destacadas de su generación, reconoce que se ha sentido desplazada en más de una ocasión, pero que es precisamente esa discriminación la que le ha hecho más fuerte.

"Siempre digo que le debo más a mis defectos que a mis virtudes. Cada vez que me perdonaban la vida por ser mujer o los escritores varones me miraban por encima del hombro, me decía: 'espera y verás'. Y he hecho muchas cosas con ese motor", asevera.

Fue ese 'espera y verás', la frase que la protagonista de 'My Fair Lady' espeta al profesor Higgins cuando éste menosprecia sus éxitos, el lema que le acompañó mientras daba vida a su primera novela. "Escribí en una tarjetita las cosas que me decían y lo pinché donde trabajaba con esa frase. Me dio mucha fuerza y, al final, resultó", indica.

Nueva novela

Autora del ensayo 'A la sombra de Lilith: en busca de la igualdad perdida' (2004), un viaje por la historia de la discriminación de la mujer, la autora hispano-uruguaya rechaza que la literatura se ponga al servicio de una causa, por muy buena que ésta sea.

"Si dices que vas a escribir una novela feminista para reivindicar el papel de la mujer, es condenarla al fracaso. Otra cosa que es que se trasluzcan los sentimientos, la cosa sale sola, si lo intentas hacer de forma deliberada, sale un panfleto", advierte.

La escritora, que se dedicó en sus comienzos a la literatura infantil, trabaja ahora sobre una nueva novela, de la que no quiere avanzar nada -"me da mal fario", confiesa—. Su último libro, 'Invitación a un asesinato', se publicó en 2010.

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