El expresidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, ha recibido un largo aplauso de la Ejecutiva saliente y de los delegados socialistas al inicio del 38 Congreso del PSOE que acaba de dar comienzo en Sevilla para elegir al nuevo secretario general y la nueva dirección.

A la entrada del Hotel Renacimiento, donde se celebra el evento, le esperaban el secretario de Organización, Marcelino Iglesias y la adjunta de Organización, Pilar Alegría, como miembros de la dirección llegando sólo con ellos hasta una sala aparte, donde le esperaban buena parte de los miembros de la Ejecutiva. Un recibimiento que contrasta con el que tuvo Rubalcaba, a quien le esperaban los suyos para abrazarle, arroparle y aplaudirle.

Zapatero departió en algunos corrillos con sus compañeros de la dirección, entre los que estaban Maru Menéndez, Miquel Iceta, Leyre Pajín o Elena Valenciano.

Entre los miembros de la dirección estaban también Carme Chacón, que estuvo los diez o quince minutos previos al inicio del Congreso, y se la vio hablar con Jesús Caldera, Eduardo Madina, Álvaro Cuesta, Juan Fernando López Aguilar o Torres Mora, entre otros.

Allí estaban también José Blanco, Antonio Hernando, Octavio Granado, Manuel Chaves, Javier Barrero, Pedro Cerolo y Hugo Alfonso Morán.

Rubalcaba llego al final

A todos ellos se sumó al final Alfredo Pérez Rubalcaba, pocos instantes antes de dirigirse a la sala del plenario. Este había llegado al hotel varios minutos antes que Zapatero, pero no estaba en esta dependencia donde se reunieron los miembros de la Ejecutiva y se sumó después. Allí se le vio charlando un rato con Manuel Chaves, Eduardo Madina, María González y Leyre Pajín, pero no con Zapatero.

Después, salieron todos, encabezados por Zapatero, acompañado de José Blanco y el resto de la Ejecutiva, hacia el plenario del Congreso, cerrando el séquito Rubalcaba con Elena Valenciano y otros miembros de su equipo. Al llegar Zapatero a la puerta de entrada del plenario recibió algunos aplausos, que se repitieron al entrar Rubalcaba.